Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
297 Derecho de Gentes (antes de publicar la Gramática en Santiago de Chi- le). Sabe que el uso reiterado constituye una normatividad, puesto que el “uso” no es mera arbitrariedad ni mero imperativo. Por la vía de ese uso entonces Bello se enaltece a sí mismo, pues cree que el imperio sigue el camino trazado por la auctoritas . Mas no solo eso. Esta autolimitación teórica tiene por finalidad sol- ventar la práctica. Se trata en definitiva de hacer posible el imperio de la lengua. A la vez, el estudio de la lengua como lengua única per- mite emanciparla del ordenamiento latino que quiso ser el Imperio Español como continuidad romana, y del racionalismo, que es una universalidad, un control europeo desde dentro, aniquiladoras ambas de la singularidad de América. 213 Ahora bien, contra lo que se pudiera aventurar, Bello no descarta el racionalismo. Su oposición a él no va en base al concepto irracional de la libertad. El imperio se recrea como un buen fantasma por la unidad de la lengua, trabajada racionalmente gracias a una gramática ni latina ni racionalista, pero que ha podido ser pensada precisamente porque ha habido ordenamiento latino y racional, contrarios a veces entre sí. críticas a la gramática Es preciso anotar algunas importantes críticas a la planificación de Bello surgidas entre los más importantes estudiosos de su obra. Digo “planificación” porque lo que Bello propuso a través de su Gramática y otros escritos fue, efectivamente, una “planificación lingüística”. 214 213 Y será vista por los juristas románticos alemanes como una forma de dominación francesa desde el momento de la Revolución en adelante. 214 Si bien el caso de Andrés Bello es paradigmático para los efectos de Cooper y sus descripciones, ni siquiera lo menciona; como sí refiere a las planificaciones coloniales o poscoloniales que, a primera vista, parecen menos o, cuando mucho, igualmente relevantes que la de Bello (los cuatro ejemplos a los que Cooper de- dica atención son: la fundación de la Academia Francesa, la revitalización del he- breo en Palestina, las campañas de las feministas y la alfabetización en Etiopía). En efecto, como el caso de la actividad gramática de Bello, Cooper muestra que las planificaciones lingüísticas no son fines en sí mismos. En cierto sentido, el ejemplo de Cooper que más se acerca a la persona de Bello sería la actividad del cardenal Richelieu. El caso Richelieu por la mantención del orden y la integridad del Estado francés, rodeado de dos imperios de la dinastía Habsburgo, en cuyo contexto se crea la Academia Francesa es paradigmático. Ver Cooper ( 1997 , pp. 12 y ss). Visto así, a la lista de los parientes espirituales de Bello (Daniel, Dante
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