Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
293 La Gramática de Bello es la explicitación de un metalenguaje, pero también requiere una metáfora que se ajuste, una explicación. Una genealogía de las gramáticas es lo que propone Amado Alonso para conseguir ese fin en la “Introducción” a la Gramática de Bello. Alon- so enumera: la “gramática científica”, o lógica, que tiene sentido de gramática universal; la “gramática histórica”, que veía la evolución y acusaba corrección o incorrección; y una “positivista”, la de Saussure, Bally, Meillet y Vendryes. Pero también menciona Alonso la “lengua del arte”, que sería el caso de Bello, el de una obra “idealista”, como las de Benedetto Croce y Karl Vossler. gramática y pensamiento El ordenamiento de la Gramática de Bello es uno que ha superado, al menos, dos ordenamientos previos. Ha superado, por un lado, el or- denamiento latino, es decir, aquella atmósfera que gobernaba tantas mentes y lenguas, que suponía la supremacía de las instituciones ro- manas y normaba exageradamente la lengua eclesiástica, la académica y la forense; y, por el otro, al ordenamiento lógico del racionalismo de Port-Royal, que tuvo tanta importancia en los siglos XVII y XVIII. 204 En su Gramática , Bello hace una declaración de independencia de las reglas de la gramática respecto de las reglas del pensamiento mis- mo. 205 Esta es una osadía tremenda, una revolución en el silencio de 204 De Antoine Arnauld —el célebre autor de la Gramática general y razonada junto a Claude Lancelot— se registra, entre los libros de Bello, Oeuvres Philosophiques . Ver Velleman ( 1995 ). 205 Se trata de descubrir la legalidad propia del lenguaje sin extraerla de la legalidad propia del pensamiento. Intentando entender cómo se produjo este equívoco, en “Nota II. Proposición: diferencia entre predicado y atributo” de su Gramática , Be- llo explica: “Es probable que los gramáticos copiaron de la dialéctica la forma que ésta había dado a la proposición con el objeto de proporcionar un instrumento artificial de análisis para la teoría del silogismo. Convirtióse el atributo predicado, el verbo en nombre, y por este medio se logró resolver el raciocinio en sus térmi- nos esenciales, despojados del follaje de las inflexiones, contarlos y examinar sus mutuas relaciones en cada trámite raciocinativo. Pero ese mecanismo dialéctico, facilísimo de aplicar a proposiciones sencillas como las que manejan los silogistas y en que el predicado se presenta ya desnudo, sin el trabajo previo de desenvol- verlo de las formas concretas del atributo, sería dificultosísimo de manejar en el análisis de oraciones tan complejas y varias como las que ocurren a cada paso en el lenguaje ordinario, que es el que debe tener a la vista el gramático”. Gramática, en Bello (Vol. IV, pp. 362 - 3 ).
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