Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

277 capitulación. Sarmiento no pensaba, al parecer, en los largos pla- zos de la convergencia lingüística americana; 173 a pesar de sus paños fríos, quería soluciones inmediatas; veía que el analfabetismo podía ser mejor combatido si el mismo alfabeto era reformulado. Es más, Sarmiento veía que el quid de la alfabetización era el aprender a es- cribir, o a anotar, por decirlo de otra manera. El centrar la alfabetiza- ción en el aprendizaje de reglas difíciles de retener centraba este pro- ceso en la lectura y no tanto en la escritura. Su panfleto, repleto de secciones en letras destacadas (grandes y negras) que acompañaba la publicación de su Memoria, estaba destinado a los americanos, pero nada decía de cómo comunicarse con sus hermanos continentales de haberse llevado al extremo sus postulados. El 25 de abril de 1844 , la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile reformó la ortografía, “más de acuerdo con las ideas de Bello”, dice Ángel Rosenblat, que con las de Sarmiento. “Pronto se redujo a tres rasgos: je , ji por ge , gi , s por x , i por y vocal [...]”, reforma que, agrega Rosenblat, se extendió al resto de Améri- ca hispana y se mantuvo en Chile hasta que en 1927 se restauró por decreto la de la Real Academia. 174 En su libro de 1993 , Historia de las ideas ortográficas en Chile , la afamada lingüista de la Universidad de Chile Lidia Contreras reunió la extensa documentación que generó la verdadera lucha de ortografías epicentrada en Chile, a la cual entregó una espléndida periodificación en seis momentos. 175 173 Para Bello esta convergencia, en todo orden, era primordial. Postulaba que ante acentuaciones dudosas había que recurrir a la etimología. Hay en este trasfon- do etimológico un intento por hacer converger la pronunciación de palabras en distintas lenguas: “Ni es un respeto supersticioso a los idiomas clásicos lo que ha hecho que en todas las lenguas cultas se recurra a la etimología, para que sirva de pauta al que habla cuando se le presenta un caso nuevo, o cuando por la variedad de la práctica titubea. La importancia de la etimología consiste, ya en que unifor- ma la pronunciación de la gente instruida y por este medio la de todas las perso- nas y pueblos que hablan un idioma común, ya en que disminuyendo el número de las divergencias entre los varios idiomas facilita su adquisición”. Principios de la ortología y métrica , en Bello (Vol. VI, pp. 250 - 1 ). 174 Rosenblat ( 2002 , p. 430 ). 175 Además de los hitos de 1823 y 1844 , Lidia Contreras ( 1993 ) agrega un tercero en 1847 , que se acerca más a la de 1823 , a lo que se llama “ortografía chilena o case- ra”, un cuarto de radicalización reformista por 1892 , del grupo de los “neógrafos” y una quinta a partir de 1914 , que intentará paliar el caos ortográfico con el De- creto Supremo 3 . 876 (del 20 de julio de 1927 ), y un sexto con reformas frustradas en 1938 y 1960 .

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