Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
275 […] una ortografía en que cada sonido tenga su letra; fácil, sencilla, de manera que tambien escriba con ella el buen hacendado como el estudiante; las mujeres, como los artesanos. 166 Aconsejaba a los impresores abolir las letras h , y , z y v para así no perder el tiempo en correcciones. 167 Sarmiento se lanzó como una fiera sobre las reglas de ortografía que intentaba mantener la Real Academia Española, a la que llamó “destronada, real y extranjera”. El sistema ortográfico de los “sabios” servía para que “mostremos que recordamos haber sido españoles, que sabemos de donde procede el castellano y como lo hablan en la península”. 168 La Memoria de Sarmiento ridiculizaba a aquellos que por “mone- ría” intentaban mantener el uso de la z y de la v en América, relataba anécdotas hipotéticas e hilarantes en que honorables parlamentarios o señoras empingorotadas hacían grandes esfuerzos por pronunciar los fonemas en desuso; además, proponía modificar inmediatamente la enseñanza de la ortografía en todas las escuelas primarias, 169 en su calidad de encargado de la instrucción primaria. Sarmiento citó en su Memoria una serie de antiguos poemas en que la ortografía era muy variable. Aducía que al carecer de gramática, en sus inicios, el caste- llano había sido escrito de formas muy variadas, y que, con el paso del tiempo, había prosperado el uso que los supuestos sabios más re- putados en el latín le dieron a la ortografía, con lo que el criterio que decidió en suma este uso había sido la autoridad latina. 170 Pero lo más duro era aquel diagnóstico suyo, que repitió a cada paso, según el cual el uso común y constante había desaparecido: 166 Sarmiento ( 1843 , p. 31 ). 167 “ No use nunca en lo escrito las letras z, o ce, ci, ni la v, que no representan nada . [letras grandes en el original] Porque nunca las usará bien, sin un grande estudio y porque es ridículo estar usando la ortografia de una nacion que pronuncia las palabras de distinto modo que nosotros, y esto precisamente en las letras cuyo uso es mas difícil, y nos llena de embarazos”, ibid. , p. 30 . 168 Ibidem. 169 Ibid. , pp. III-IV. 170 Ibid. , pp. 5 - 6 .
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