Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
270 Bello buscaba la unidad del castellano americano, en el entendido de que ese castellano corría el peligro de atomizarse, transformándose en una variedad de sublenguas o dialectos, lo que en lingüística actual se llama “cambio por divergencia”. koinización Ahora bien —y esto es fundamental—: hoy se sabe que en los siglos XVI y XVII se produjo un proceso en toda Hispanoamérica de koini- zación, que tiende al establecimiento efectivo de una koiné a principios del siglo XVIII. Como su raíz griega lo sugiere, una koiné es un estado común de la lengua. Los estudios de Boyd-Bowman permitieron co- nocer que una mayoría, que fluctuaba entre el 35 y 40 % de los con- quistadores durante los cien primeros años, fue de andaluces. En el llamado “cambio por convergencia” los elementos andaluces del habla se habrían impuesto. En efecto, lo que en América hispanohablante se llama “español” no es considerado por los lingüistas sino otra cosa que el castellano de Andalucía, que se dispersó por el Atlántico y más allá. Por eso, en términos de lengua, el imperio no es castellano, es andaluz. A esto se ha llamado “cuestión del andalucismo” y los estudiosos no están de acuerdo si se trató de un “trasplante originario” o, por el con- trario, de “fenómenos de convergencia poligenética”. 158 Lo que se cree es que el proceso de divergencia se produce una vez establecida la koiné. Ese cambio por divergencia se habría dado por uno posterior, el de la estandarización. Aquella fue más fuerte en los tengo, he dirigido a favor de mi querida madre una letra de los Sres. Hutle Cover- ning de Valparaíso sobre Rothschild y Ca. de Londres por el valor de 500 pesos. Se encargó de dirigirla por duplicado a Caracas el Sr. Cerveró, comerciante muy respetable de Valparaíso. Es imposible que no haya llegado uno de los dos ejem- plares a Caracas: las cartas de remisión tenían el sobre escrito a la Sra. Ana López o sus herederos, y al mismo tiempo que Cerveró las encaminaba a su destino, te escribía yo por Panamá noticiándotelo. Me sería sumamente sensible su extravío. […]”, ibid ., p. 286 . 158 Rivarola ( 1997 , p. 349 ). Pedro Henríquez Ureña fue campeón contra la tesis mo- nogenética andalucista de Max Wagner. En esto quiso poner de su lado a Cuervo y consiguió influir la opinión de Amado Alonso. Los andalucistas opinan que el “seseo” —ausencia del alófono [ θ ], representado [c] ante i y e y [z] ante a, o y u; en contraste con el “ceceo”, que opone ese sonido al fonema /s/— que puede documentarse desde el siglo XV, es un aspecto que hace muy convincente la tesis andaluza. Ibid. , pp. 350 - 1 .
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