Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
265 comprensión de las leyes de la república ”. 141 Esto hoy puede parecer de Perogrullo, pero no lo era entonces. Hay que recordar que, entrado el siglo XIX, el afrancesamiento llegará a tal grado que Alberdi propon- drá reemplazar el “pueril” idioma español por el “viril” francés. 142 Y esta era solamente una arista absurda de la amenaza que veía Bello. Hoy día también, cuando las políticas lingüísticas buscan salvar a las lenguas de su extinción, una política como la de Bello puede resultar extraña. Se trataba, en suma, no tan solo de preservar sino también estandarizar, mantener viva la convergencia, evitar la diver- sidad, desvanecer “la oscura charla del pueblo vecino [que] resulta habladuría incoherente o insultos sospechosos para el oído descon- certado”, 143 como dice George Steiner a propósito de la necesidad de la traducción. “Las guerras religiosas y la persecución de presuntas herejías surgen inevitablemente”, 144 concluye, cuando no hay alguna forma de comunidad de lengua. En un sentido similar, el erudito his- panista Karl Vossler sostiene: “En cuanto el uso se hace turbio y va- cilante, la gramática debe tratar de afirmarlo y robustecerlo, porque lo vacilante y lo turbio no pueden ser enseñados”. 145 Por eso, sigue, se preocupan tanto de ella quienes aprenden una lengua. Bello no es Manuel Carreño con su manual, sino como una especie de Kant en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, en la que los hechos de la moral popular son repostulados por la razón, de suerte tal que Bello no es el autor de una “hechología”, en palabras de Rosenblat. 146 No hay que confundirse. Bello —nos dice el bellista crí- tico Belford Moré— se distinguió de los gramáticos y manualistas de su época porque no solamente escribió textos para la “política lingüís- tica”, sino que se ocupó, igualmente, de sus fundamentos epistémi- cos. Por eso, más que una “gramática”, la de Bello es una “Fundamen- tación de la gramática”. No corrige demasiado ni pretende renovar 141 Sánchez ( 2013 , p. 105 ). 142 Ver “Lengua literaria y lengua popular en América”, en Rosenblat ( 2002 , p. 424 ). 143 Steiner ( 2001 , p. 77 ). 144 Ibid. , p. 83 . 145 Vossler ( 1968 , p. 28 ). 146 Rosenblat ( 2002 , pp. 349 - 50 ).
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