Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
250 Sonará anacrónico, pero Bello era un antihispanista. La mejor versión de América, según él, debía influir sobre España y no al revés. 110 Su misma Gramática tiene un fin de ese estilo. Finalmente, sin España, ¿dónde estaba el coagulante? Bello vio en la gramática la ciencia del núcleo duro imperial y la manera de cuidar de las reliquias vivas tan despreciadas. Esta no era una novedad del todo. Como se sabe, había sido sugerida por Nebrija el año mismo del descubrimiento de Amé- rica, cuando repentinamente el mundo se expandió hacia Occidente, siguiendo la deriva del Eneas virgiliano, la vocación romana. Tal vez sea que, como dice Nebrija, la lengua acompaña al imperio. Después, más bien se traduce en que la lengua es el recuerdo del imperio y el re- cuerdo del imperio es, en cierto sentido, el orden “natural de las cosas”. 110 Hay pasajes de Bello donde esta posición queda frontalmente manifestada. Por ejemplo, en 1827 , cuando por “veleidades monárquicas” —como ha dicho Pedro Lira Urquieta— escribe sobre el dominio de la monarquía española en América. Se trata del artículo “Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV”, en Bello (Vol. XXIII, pp. 445 y ss).
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