Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
239 Si tenemos eso en consideración, quizás sea bueno recordar cómo fue el regreso de Bello a América. Bello hizo dos intentos. Como el gobierno de Nueva Granada era un bastión republicano, Bello implo- ra auxilio a este gobierno, pero la misiva es interceptada y enviada a España. Luego hace lo mismo con el de Buenos Aires, que en carta de Guillermo Tagle se lo concede, e incluso instruye a su diputado en Inglaterra para que lo asista. Bello se reúne con Blanco White, su gran amigo, talentoso poeta además de exsacerdote católico español exiliado en Londres. Blanco White le aconseja quedarse en Londres y enseñar alguna lengua (latín, francés o castellano), puesto que todos, “hasta las mujeres” (dice Amunátegui, quien destacó por defenderlas siempre) quieren aprender el castellano. La cooperación con Argen- tina no pudo llevarse a cabo y, en una carta inédita 81 Bello escribe a Gregorio Tagle para referirle que el “generoso auxilio” no tuvo efecto, pero que “no por eso creo menos de mi deber elevar a dicho Supre- mo Gobierno el testimonio de mi respetuosa gratitud”. 82 La acusación tensionó a los discípulos de Bello, quienes reconvienen un negacio- nismo sin fisuras. Con todo, Domingo Amunátegui Solar publicó en el Archivo Epistolar de Miguel Luis Amunátegui una carta que antes había sido conocida en Colombia. Es una carta de Bello a Servando Teresa de Mier y dice: Es verdad que Inglaterra, como las otras grandes potencias de Eu- ropa, se alegraría de ver prevalecer en nuestros países las ideas mo- nárquicas; yo no digo que este sentimiento es dictado por miras filantrópicas; sé muy bien cuál es el espíritu de los gabinetes de esta parte del mar, y nunca he creído que la justicia y la humanidad pesen gran cosa en la balanza de los estadistas; pero sí diré que en este punto el interés de los gabinetes de Europa coincide con el de los pueblos de América; que la monarquía (limitada por supuesto) es el gobierno único que nos conviene. 83 81 Fechada en Londres el 30 de abril de 1816 , y que recoge Jaksic, ibid. , p. 72 . 82 Archivo General de la Nación Argentina, División Gobierno Nacional, Sala 10 , Cuerpo 1 , Anaquel 1 , Nº 7 , folio 293 . En Jaksic, ibid., p. 278 . 83 Y agregaba: “Y que miro como particularmente desgraciados aquellos países que
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