Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
206 todavía”. 1 La sensación de Hernán Díaz Arrieta —en su momento, director del Registro Civil de Chile— había sido construida por la dominación imperial y la estandarización de la lengua. Pero, ade- más, por el refuerzo de Bello con su Gramática y la educación pú- blica en que se formó. Este menosprecio por la Torre de Babel, por el lunfardo, era un tópico de Bello, que veía en ella algo peor que un “curioso despilfarro”. 2 Lo había opuesto a muchos progresistas de su tiempo y había hecho de ese asunto un trabajo principal. Ahora bien, de esa unidad de la lengua, buscada por Bello, no se derivaba el descubrimiento de España por parte de los hispanoameri- canos. El asombrado ejercicio —que haría más de cien años después Alone— para Bello hubiese sido una especie de deslealtad. Precisa- mente, significaba una capitulación, algo así como agachar la cabe- za y murmurar que no hubo imperio sin España. Y, como veremos a continuación, la gran tarea de Bello fue la conformación literaria, lingüística y jurídica de una función imperial que no se rigiera por España. Sí, en cambio, por los modelos europeos. España no sería más la cabeza del imperio y Castilla no sería su cerebro. 3 A España había que transformarla en una provincia más de esta federación espiritual. Las confusiones a las que condujo este asunto han sido muy pro- fundas. Los conservadores, como siempre, aprovecharon las rotundas sutilezas de Bello para confirmar sus siempre poco sutiles premisas. Y, por otro lado, el sector progresista, interesado en desmantelar la auctoritas de Bello, se valió de esas lecturas “conservadoras” a fin de manejar las discrepancias en términos convenientes a su propio sec- tor, con lo que Bello acabó luciendo como un criptohispanista. Bello fue bautizado entre los pardos, en Altagracia, nos cuenta con orgullo genuinamente abajista Joaquín Edwards Bello. Cuenta además que su antepasado no era “ni aristócrata ni plebeyo”. Y añade una no- ticia que siempre se ha intentado mantener medio oculta: “Lo curioso 1 Alone ( 1995 ). Agradezco al profesor Patricio Domínguez por esta referencia. 2 Steiner ( 2002 , p. 83 ). 3 La idea que se irán haciendo de Castilla del siglo XIX será de total decadencia. Ver las cartas que Carlos Bello Boyland envía a su padre en su recorrido por la península, en Bello (Vol. XXVI).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=