Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
175 El párrafo anterior defendía el proceso de emancipación, no de los conservadores, sino de los progresistas de entonces, entre los cua- les se encontraba Lastarria. La libertad se vuelve un asunto proble- mático, no tanto contra los defensores del Antiguo Régimen, sino en oposición a quienes la vindican revolucionariamente contra ese viejo régimen. Pero Bello busca un punto medio. Es más, él piensa que por el acontecer histórico, libertad y orden tenderían a confluir en un acuerdo pacífico. En 1827 ya había descrito el estado liberal de la rus- ticidad americana con estos tercetos: [N]i a la plebe deslumbra, insulsa y vana, de la extranjera seda el atavío, con que tal vez el crimen se engalana; ni se obedece intruso poderío, que, ora promulga leyes, y ora anula, siendo la ley suprema su albedrío; ni al patriotismo el interés simula, que hoy a la libertad himnos entona, y mañana al poder, sumiso, adula; 223 En 1830 , una revolución en la Francia de Carlos X, con la cual se inicia- ba “la siguiente ronda de revoluciones”, 224 acabó con los Borbones. 225 En un artículo de título “Revolución de julio 1830 , en París”, que publica en El Araucano , Bello se pregunta por el futuro de las libertades conquista- das por la revolución en Europa. Y dice que los aprendizajes históricos fortalecerán la libertad, y que esta, poco a poco, se unirá al orden: españoles en Chile”. Memoria presentada por don José Victorino Lastarria, en Bello (Vol. XXIII, p. 169 ). 223 “Carta”, vv. 91 - 99 , en Bello (Vol. I, pp. 96 - 7 ). 224 Rudé ( 1991 , p. 27 ). 225 Esta revolución, sostenía Bello, no se veía venir. El duque Jules de Polignac sería considerado uno de sus responsables al no haber sabido maniobrar los aconteci- mientos políticos para evitar dicha catástrofe del partido restaurador, opinión de la que Bello parece participar.
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