Andrés Bello: libertad, imperio, estilo
157 dramaturgo chileno Fernando Debesa. Y agrega, además, Debesa que “quizás Teresa fue la obra que él hubiera querido escribir, con esa mezcla que le gustaba tanto de pasiones intensas, vivas, y de una es- tructura lógica y sólida. Sí, en varios sentidos Teresa refleja el pensa- miento romántico-clásico de don Andrés Bello”. 184 En efecto, esa “naturalidad” es para Bello el aspecto primordial del teatro, aquel en que los auditorios pueden sentirse reflejados. Precisa- mente, ante la traducción castellana de María Stuardo , de Schiller, por Bretón de los Herreros, sostiene: La traducción castellana de esta pieza se aleja bastante del orijinal. El traductor ha pasado la esponja sobre los remordimientos de Ma- ría, i esto solo debia producir una gran diferencia en su carácter, i en el efecto dramático de la pieza. I ¿qué diremos de la absurda ocu- rrencia de hacer perecer a la reina a manos del lord canciller Bur- leygh? En jeneral, el tono de la trajedia castellana se asemeja poco al de Schiller, i al de las verdaderas pasiones, que siempre hablan un lenguaje sencillo, i no se avienen con las figuras atrevidas, los vocablos desusados i las trasposiciones violentas. El quinto acto (si se esceptúa el exajerado soliloquio de Leicester) es el único en que nos ha parecido algo mas natural i afectuoso el estilo del traductor. Las trajedias castellanas modernas (sean orijinales o traducidas) se distinguen por el mérito de una versificación armoniosa, i de una sostenida elegancia; pero casi todas pecan por la falta de naturali- dad con que se espresan sus personajes. 185 Miguel Luis Amunátegui escribió en Vida de don Andrés Bello y en Las primeras representaciones de dramas en Chile , que Bello “arregló” Teresa , y no que solo la tradujo. En efecto, Bello hizo algunas modi- ficaciones, las cuales no son nada menores, y que podría decirse que Peñalolén (donde “hasta la soledad le es compañía”) para aclarar: “No entraremos en el coro de maledicencias que se tejen en torno a sus viajes a Peñalolén y que se relacionan con supuestos romances allí entre Bello y diversas damas”. Szmu- lewicz ( 1991 , p. 85 ). 184 Debesa ( 1982 , p. 184 ). 185 Bello, “María Estuardo, de Schiller” en Miguel Luis Amunátegui ( 1937 , pp. 417 - 8 ).
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