Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

149 diseño liberal y espíritu dramatúrgico El entusiasmo de Bello, reseñador y espectador el teatro de su tiempo, no fue un hábito adquirido en Europa. Más de siglo y medio antes que Ramón J. Sender escribiese su Aventura equinoccial de Lope de Aguirre y Werner Herzog basase en este libro su película Aguirre, la ira de Dios , Andrés Bello, cuando era un veinteañero de Caracas —según confesó a los Amunátegui—, proyectó escribir una tragedia sobre el personaje, especialmente sobre la hija de aquel, a la que su padre mató para que no fuese llamada “hija de traidor”, y cuyo asunto había sido ya tratado por Alonso de Ercilla en el canto XXXIII de La Araucana . La historia de Lope de Aguirre estaba muy presente en Venezuela. Sobre la copa del samán, que había en la hacienda de Simón Bolívar, y al que Bello escribió un celebrado poema, se decía que se albergaba el espíritu de este conquistador, precursor de la independencia america- na, según el mismo Bolívar. Y es que Bello desde muy niño había sido un gran lector de teatro. Escriben los hermanos Amunátegui: […] habia comenzado a tomar gusto a los versos, siendo todavía niño de once años, con la lectura de las comedias de don Pedro Cal- derón de la Barca. Había en Caracas una tienda en que se vendían muchas piezas de este portentoso injenio a real el ejemplar de cada una de ellas. El niño Bello empleaba en comedias de Calderón casi

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