Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

113 da muerte”. 123 La moraleja de la fábula es clara. Se ve que la fábula fue redactada para una hija de Bello: Esta sencilla historia nos advierte a un tiempo, hija querida, tres importantes cosas: de un seductor las artes alevosas, de la maldad el triste paradero, y lo que vale en lances de la vida la acertada elección de un compañero. 124 Con unas similares dramatis personae tripartitas, Bello escribe su poe- ma “Las ovejas”, donde el aprieto es menos ingenuo, la moraleja más compleja y se observa su espíritu moderado. Como veremos después, desde muy temprano en Londres, Bello temía por los destinos ameri- canos en relación a España. Veía que España buscaría la ruina de las nuevas repúblicas a fin de hacerse necesaria, devolver los hijos a la madre. España, para Bello, era una madre loba, de cuyas ubres sus hi- jos debían apartarse, liberarse (la patria, en cambio, es una “amante/ y liberal nodriza”). 125 Pero esa libertad, para ser factible en el largo plazo, debía aprender a conocer sus peligros endógenos. Como es- cribe en su “Canción”, sobre la disolución de Colombia: “Si dejada el torrente/ su natural costumbre,/ arrastrare sus ondas a la fuente,/ querrá volver el libre a servidumbre”. 126 Y en su poema “Las ovejas”, Bello simula balar como una oveja quejumbrosa: Líbranos de la fiera tiranía de los humanos, Jove omnipotente (una oveja decía, entregando el vellón a la tijera); que en nuestra pobre gente 123 “La ardilla, el dogo y el zorro”, vv. 82 - 84 , ibid ., p. 351 . 124 “La ardilla, el dogo y el zorro”, vv. 85 - 91 , ibidem . 125 “Canción (a la disolución de Colombia)”, vv. 106 - 107 , en Bello (Vol. I, p. 130 ). 126 “Canción”, vv. 63 - 66 , ibid ., p. 129 .

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