Andrés Bello: libertad, imperio, estilo

100 corre el riesgo de Sófocles, en cuyo ejemplo de rebelión tardía Bello vio un triunfo crepuscular de la libertad senil. 76 Bello resumía su vida diciendo que había sido “arrojado por los vaivenes de la revolución al hemisferio austral” en una carta a su viejo condiscípulo Pedro Gual en enero de 1835 (sobre el carácter peligroso de Bello para el proceso de emancipación americana). 77 El cautiverio no lo abandona: tres años después, escribe desde Santiago, el 26 de julio de 1838 a Felipe Pardo, quien abrigaba la idea de abandonar el Perú para residir en Chile: ¡Ojalá creyese usted compatible con sus planes de vida y de fortuna su establecimiento en Chile por algunos años! No digo para siempre, porque sé lo que cuesta el sacrificio de la patria, y porque con el exagerado nacionalismo de los americanos, el que renuncia a la que le dio la naturaleza puede hacerse cuenta que no tendrá otra ninguna en América. Aquí me tiene usted ciudadano chileno por la ley [Bello había sido declarado “chileno legal” el 15 de octubre de 1832 ], 78 y padre de chilenos, y empleado hace más de diez años por el gobier- no, y... y sin embargo de todo eso, tan extranjero como si hubiera acabado de saltar en tierra, en la opinión de casi todos los chilenos. Pese a que paulatinamente irá enraizándose, aún a sus 66 años, Bello todavía escribe a su sobrina Concha Rodríguez Bello, una carta desde Santiago, el 27 de mayo de 1847 , en la que se expresa así: Dile a mis hermanos que me amen siempre; que la seguridad de que así lo hacen es tan necesario para mí como el aire que respiro. Yo me transporto con mi imaginación a Caracas; os hablo, os abrazo, 76 El caso es que Sófocles se opuso a la interdicción que declaraban sus hijos, leyendo frente a los jueces un fragmento de su Edipo en Colono . Bello comentaba: “Sófocles tenía más de ochenta años cuando compuso esta pieza. Se cuenta que acusado por sus hijos de que era ya incapaz de administrar sus bienes, no dio más respuesta que leer a los jueces el coro magnífico en que celebra a Colona, su patria. Los jueces se levantaron llenos de admiración, y el anciano fue conducido en triunfo a su casa”. “Compendio de la Historia de la Literatura”, en Bello (Vol. IX, p. 53 ). 77 Sambrano Urdaneta ( 1986 , p. 40 ). 78 La Constitución de 1833 establecía una residencia de diez años para que un ex- tranjero pudiera nacionalizarse. La ley del 13 de agosto de 1874 redujo a un año el plazo, a instancias de discípulos liberales de Bello.

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