Los primeros planes intercomunales Metropolitanos de Chile - Vol. III

43 C ONCLUSIONES DE LA P RIMERA P ARTE Se constata que, desde el decenio de 1930 hubo importantes debates, ponencias y proyectos referidos a la transformación de las principales ciudades chilenas, incluyendo la consideración de las ciudades satélites existentes en el caso de Santiago, Concepción y Valparaíso, como una realidad existente de necesario desarrollo coordinado con las ciudades madres. En esta acción apreciamos la consideración por los planificadores chilenos de ciertos aportes internacionales, dando cuenta de una capacidad reflexiva y crítica toda vez que dichos aportes no presentaron coherencia con la realidad geográfica y económica del país. Se observa un proceso de evolución relativamente continuo en el pensamiento de los planificadores chilenos ‒muy pocos‒, aunque tomó veinte años al arquitecto Luis Muñoz Maluschka introducir el concepto de intercomunalidad, el que exigiría la coordinación de los municipios con problemas comunes, una práctica difícil de lograr al comienzo, y aún hoy. Iniciada la etapa madura del Estado Planificador Urbano Regional, con el reconocimiento legal en 1953 del escalón intercomunal, y basándose en una regionalización especial para la planificación urbana y regional, se dio inicio a la labor de generar los expedientes urbanos intercomunales de Santiago, Concepción y Valparaíso, y luego los planes correspondientes, donde las directrices regionales fueron dadas desde las oficinas de los planes citados, toda vez que no se habían formulado los Planes Regionales aún. En especial, desde la organización del Seminario del Gran Santiago, en 1957, y con los terremotos de 1960, se va a generar una nueva serie de asesorías de planificadores extranjeros, las que culminaron con la realización del S EMINARIO DE P LANEAMIENTO F ÍSICO realizado en Santiago en 1961. El arquitecto jefe del Plan Intercomunal de Valparaíso 1965, Carlos Mena M., tuvo ocasión de participar con su equipo de trabajo presentando los objetivos del plan, cuando este ya estaba bastante avanzado, lo que hizo posible que se obtuviera en ya en 1962 su aprobación técnica. Destacan en el PRIV 1965 los capítulos que dan cuenta de las mejoras en el espacio público generado para la intercomuna, tanto en sus características como en su continuidad. Igualmente, la medida de descentralización industrial, y los estudios de suelo y medidas para evitar riesgos en el asentamiento humano, según se verá, entre otros, en la Segunda Parte del presente Volumen III.

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