Los primeros planes intercomunales Metropolitanos de Chile - Vol. III

31 Cada una de las regiones se dividió en «Micro-Regiones», considerando los antecedentes de población, equipamiento, producción y relaciones. Cada «Micro-Región» fue designada con el nombre de su ciudad capital, la que fue elegida, a su vez, de acuerdo a su jerarquía en cuanto a población y equipamientos. Para esto se exigió un distanciamiento espacial prudente entre ciudades de la misma categoría. Lo contrario obligó a fusionarlas, como por ejemplo en los casos de Valparaíso‒Viña del Mar, o San Felipe‒Los Andes. Se consideró indispensable medir para cada núcleo poblado, su poder de atracción de otros núcleos y viceversa, y en qué grado se ejercían estas atracciones. La resolución de estas cuestiones fundamentales permitió definir e individualizar las «Unidades Micro- Regionales». Los Planes Micro-Regionales se establecieron, así, como subsistemas de los estudios regionales. (B RIEVA & G ONZÁLEZ , 1962 [1952-54]). Por otra parte, la «Región IV», se dividió en las sub-regiones: «IV-A»: Valparaíso y el Río Aconcagua (Cuenca del Aconcagua). «IV-B»: San Antonio, Melipilla y Santiago (Cuenca del Maipo-Mapocho). Figura 13. Región IV (entre la línea de mar y la línea roja), con las sub-regiones IV –A y IV –B, cuyo límite divisorio está indicado por la línea azul, y las Micro-Regiones interiores y exteriores de las Sub- Regiones. Fuente : Elaboración propia a partir de sección de plano esquemático de Chile con las antiguas provincias. En la «Región IV» se observó un conjunto de valles menores junto al llamado «gran valle central» —en estricto rigor, «depresión central»—, de origen tectónico con capas vegetales que permitirían el desarrollo de cultivo intensivos de la vid, frutales y hortalizas. Las grandes planicies se apreciaban como propicias para el desarrollo de las poblaciones. La zona cordillerana que circunda la región, conteniendo grandes macizos en la Cordillera de Los

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