Los primeros planes intercomunales Metropolitanos de Chile - Vol. III
28 La planificación urbana y rural, incluyendo planificaciones especializadas, como la habitacional, debe estructurarse descentralizadamente. Es recomendable, por ahora, atenerse a la división política-administrativa oficial del país, a base de provincias y no de regiones, creando oficinas de planificación urbana y rural, semejantes a las oficinas provinciales de arquitectura. Las oficinas de provincias, debidamente financiadas con impuestos territoriales locales, constituirán la sede de las actividades urbanísticas en su jurisdicción. En ella deben orientarse sistemáticamente los estudios previos y los planes de las localidades menores, en colaboración con las municipalidades y con urbanistas particulares, contratados como asesores de cada plan regulador local. Las ventajas de esta descentralización serán las posibilidades de realizar análisis y expedientes provinciales de planificación, válidos para varios centros poblados; la concentración técnica en un radio adecuado, mayor flexibilidad para la planificación, pasando por sobre los límites administrativos comunales inadecuados, etc. Además, la oficina provincial de planificación coordinará el emplazamiento y oportunidad de las obras públicas fiscales. (U NITED S TATES A GENCY FOR I NTERNATIONAL D EVELOPMENT , 1961, p. 27). Otro asunto tratado en el Seminario de Planeamiento Físico de 1961, fue el de la necesidad de establecer prioridades considerando dos tipos de regiones en Chile: las que estaban económicamente postergadas (Chiloé, Arauco, etc.) y aquéllas regiones que repercutían más directamente en el país para alcanzar las metas nacionales, es decir donde se podía obtener mayores ingresos que beneficiaran directamente a toda la comunidad nacional antes que a las comunidades regionales. Sin embargo, un gran problema en la época era la gran carencia de datos. El proyecto aerofotogramétrico se estaba llevando a cabo y recién en diciembre de 1962 se tendría la primera información sobre capacidad de uso del suelo. En información demográfica, en septiembre de 1961 aún no se había tabulado la información de 1960 que ya tenía un año. No había datos sobre la base económica general del país, los había por sectores de la economía, pero no por regiones. No había datos sobre los recursos naturales. El Instituto de Investigaciones Geológicas estaba haciendo bien su labor, pero era muy reciente (desde noviembre de 1957). Por otra parte, se estimaba que la toma de decisiones (representando los intereses nacionales y regionales), y el concepto del staff que prepararía los planes (representando las alternativas técnicas para basar las decisiones), debían estar totalmente separados. Se pensaba que la C ORFO podría realizar este último servicio, si se mantenía en un nivel puramente técnico. Se recordaba en el Seminario citado que en los países donde estaba funcionando la planificación regional, ella estaba en el nivel de la Presidencia del país. Los Presidentes eran asesorados por una Junta Planificación y luego las decisiones las ejecutaban los diferentes ministerios (Puerto Rico −Gobernador−, Venezuela, Colombia iban siendo ejemplos de ello). Sin embargo, se estimaba que la realización del plan debía estar a cargo del nivel local. En el nivel de comunas e intercomunas, el Seminario recordó que era necesario diferenciar los tipos de ciudades a atender. Las grandes ciudades eran Santiago, Concepción y Valparaíso; el segundo escalón era el de las ciudades entre 50 y 60 mil habitantes las que, en general, coincidían con las capitales de provincias, y el tercer escalón, con las ciudades pequeñas o pueblos entre 5 y 20 mil habitantes. Muchos eran los casos de planes para 5 mil
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