Los primeros planes intercomunales Metropolitanos de Chile - Vol. III
Avda. Pedro Montt se interrumpe violentamente a la altura de Plaza Victoria. En seguida, el ya denominado «cuello de botella», entre las Plazas Aníbal Pinto y Aduana. En este sector, solamente tres calles, que disponen en total de nueve pistas, asumen todo el compromiso de tránsito de ida y vuelta por la ciudad, incluyendo el volumen de carga portuaria pesada. En unos pocos años más se habrá producido la saturación completa de estas vías. Solamente la construcción de un «by pass» elevado por la Avda. Errázuriz se perfila como solución. El otro serio desafío de tránsito porteño es el acceso a los cerros, hoy densamente poblados. Entre las cotas 100 y 150 m, existe parcialmente un camino de circunvalación o de «cintura» susceptible de ser completado desde Playa Ancha hasta Chorrillos, para la interconexión de la zona alta de la ciudad y, especialmente, de los nuevos centros habitacionales previstos en estos sectores. También está contemplada la unión de esta vía de circunvalación con la carretera de Santiago a Valparaíso, a nivel de Placilla. AUCA: Se ha dicho con insistencia que Valparaíso es una ciudad estancada en su crecimiento. ¿Usted lo cree así? C. MENA: Históricamente la ciudad ha aumentado más o menos diez veces su población en un siglo, lo cual constituye un fenómeno natural en el cuadro metropolitano chileno. Lo que verdaderamente ocurre es que, en la actualidad, Valparaíso constituye un gran centro de empleo para la clase media y obrera, pero, a mayor nivel económico de la población, tanto menor es el grado de su solicitación residencial. En cuanto a la localización de la industria regional, obviamente, las actuales áreas urbanas de la ciudad no ofrecen condiciones adecuadas para su desarrollo. Por esa razón, con vistas a lograr una racional estructura industrial de la intercomuna, se ha propendido a una descentralización, la cual constituye, a su vez, un factor de estímulo para una redistribución poblacional. De ahí que, mientras las tasas de crecimiento de Quilpué y Villa Alemana, alcanzan el 5% en razón de los nuevos asentamientos industriales-residenciales y Viña del Mar, un 4% por su intensa atracción turístico-residencial, Valparaíso sólo ha crecido en la cifra de 1.8% al año. Esto parece dar la razón a los pesimistas, pero no debemos olvidar que en la llamada «área metropolitana» se adicionan sin fronteras estas dos últimas, cuyos límites tienden a desaparecer totalmente. El promedio de expansión metropolitana en conjunto sería, pues, de 2.8% anual, notablemente idéntico al índice nacional. Ahora bien, ¿hay límites a la expansión de Valparaíso? La ciudad actual muestra un área plana estratificada con edificación antigua de 2 o 3 pisos. Su mayor porción, constituida por El Almendral, es un vecindario mixto de instalaciones industriales, garajes, bodegas, comercio y vivienda. Una adecuada remodelación podría llevar 30.000 habitantes más a esa zona. Mientras tanto, vemos a las nuevas poblaciones encumbrarse hacia los cerros. Por otra parte, también habría que alterar el criterio de edificación en los cerros: ésta debería ser mixta o alta [sic], precisamente por las ventajas visuales de orientación que proporciona la pendiente bien aprovechada para los conjuntos de vivienda colectiva. 1 41 A
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