Los primeros planes intercomunales Metropolitanos de Chile - Vol. III

entre la costa y el interior de la región, cuyos centros o polos de gravitación son dos: Valparaíso, como centro de poder regional, administrativo, empresarial y marítimo y Viña del Mar, con su equipamiento turístico de vida estacional. En cuanto a Valparaíso en sí, es una metrópolis lineal entre mar y cerro, originada históricamente en dos cascos extremos: La Matriz por el sur y El Almendral por el norte, cuya comunicación, entonces interrumpida a la altura de la Cueva del Chivato, se conquistó, conjuntamente con el área central de la ciudad, ganando terreno al mar. De este hecho congénito derivan sus principales problemas de infraestructura, a saber: el tránsito interurbano, que se enfrenta al verdadero «cuello de botella» existente desde El Mercurio hasta la Plaza Sotomayor; la vialidad y equipamiento previsible para las áreas de crecimiento, en una ciudad cuya franja costanera aparece sometida al dominio del ferrocarril, con sus vías rígidas, sus peligros y la presencia física de almacenes e instalaciones; y, finalmente, la remodelación de su puerto, hoy insuficiente para el destino que el Mercado Común Latinoamericano reserva a la ciudad. Estos son algunos de los temas de la supervivencia metropolitana, para no mencionar otros tan importantes como las vías de acceso nacional e internacional ya señaladas, el abastecimiento de agua y redes sanitarias, de complejas características, la preservación de sus valores históricos, etc. AUCA: Acaba usted de mencionar el problema del tránsito. ¿Cuál es su diagnóstico? C. MENA: Ante todo, quiero referirme a las vías de penetración a la ciudad. Estas son dos: la que viene de la capital, bifurcada entre Santos Ossa y Agua Santa y llamada Vía Internacional llamada a conectar Valparaíso con Mendoza, que en la actualidad aparece confundida con la conexión interurbana Valparaíso Viña del Mar, a través de la única carretera plana existente. Nuestro censo 1963-65, ya mencionado, detectó una movilidad vehicular de 30.000 pasadas al día por la Avda. España, que tiene escasamente cuatro pistas y un trazado excesivamente sinuoso. De ahí que los proyectos de remodelación de la vía o construcción de una nueva bajo diferentes alternativas, corresponden a una necesidad impostergable. Deberán solucionar adecuadamente, tanto el transporte cotidiano de esa considerable población que hoy trabaja en Valparaíso y duerme en Viña del Mar, como el desplazamiento de alta velocidad que corresponde a una carretera internacional. En cuanto al tráfico urbano propiamente tal, él se inicia en la Estación Barón con un recorrido longitudinal en forma de carrusel, que tiene los siguientes valores positivos: Primeramente, Valparaíso es la única ciudad chilena que dispone de un ferrocarril metropolitano capaz de recorrerla en toda su longitud. En efecto, mediante el sistema de automotores Viña- Puerto, complementado con una adecuada red de estaciones locales, podría descongestionarse con gran facilidad. En segundo lugar, destaquemos el hecho de que no hay recorridos transversales cerro-mar debido a la exigüidad de estas distancias en la parte plana. Este hecho, evita cruces y congestión de calles. Pero hay también aspectos negativos que considerar en el enfoque del tema. La actual estructura de calles, por ejemplo, en la cual el recorrido N-S por la 1 40 A

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