Estéticas menores

NECROSCOPÍAS: ESTÉTICAS... Sayak Valencia La mass media y las plataformas conocidas como redes sociales al mismo tiempo que rentan económicamente de la exhibición de la violencia, muestran a las asesinadas como despojos (cuyos encuadres y tratamiento de las noticias e historias son coincidentes con lo que Ospina denomino como «porno-miseria» (Ospina y Mayolo 1978) y lo que Mariana Berlanga complejiza a través de lo que denomina «encuadre patriarcal» construyen una forma de lectura y percepción de éstas ya sólo como imágenes y no como cuerpos físicos, ontológicamente vulnerados. Sin embargo, nuestra propuesta no se limita al análisis crítico de la función de los medios de comunicación e información sino que indaga en un cambio de paradigma que se vincula con las nuevas formas de comunicación y su relación con la reprogramación psicopolítica de la subjetividad (Han 2014) y de la percepción (Bito 2017); Esta sustitución del cuerpo masacrado por la imagen del cuerpo masacrado. a mi entender, desresposabiliza tanto a los asesinos (mayoritariamente varones) y a las autoridades y fuerzas del orden para que se hagan cargo de resolver «el femigenocidio» (Segato 2012) que se está llevando a cabo, desde la colonia hasta hoy, en nuestros países, ya que utilizando el régimen sensible de percepción crea una suerte de distanciamiento emocional y programa la psique para percibir el desastre como algo normal. Al mismo tiempo, crea una mutación en la sensibilidad y produce una forma nueva de relación con las imágenes, lo cual abordaré más adelante al hablar del concepto de régimen live (Valencia y Sepúlveda 2016). Las consecuencias de la anestesia social ante la masacre cotidiana de mujeres en todo el mundo y especialmente en los países «ex-coloniales» son aterradoras en su nivel de destrucción no sólo de las vidas de las cis- y transmujeres sino también la ruptura del tejido social y su posible movilización ante causas de 71 despojo y violencia continuada sobre las poblaciones que