Estéticas menores
I.VIDEODROME modelos a partir de la oposición estructural entre cuerpo vestido y cuerpo sin ropa. Haciendo eco de la tensión entre la imagen pública y la imagen privada, se presentan como documentos más cercanos a la mirada etnográfica que a los lúbricos placeres escópicos del erotismo o la pornografía. La desnudez se libera del monopolio pornográfico sin caer en las garras del desnudo artístico, de esta forma. sus retratos se sirven de la ausencia de ropa como una estrategia de exploración antropológica. En esta línea, Timothy Greenfield-Sanders repetirá, en 2004, el experimento que Greg Friedler había iniciado en 1997, ahora con modelos provenientes de la industria del entretenimiento para adultos. La serie fotográfica XXXJOPorn-Star Portraits retrata la desnudez del cuerpo pornográfico. Los dípticos de Greenfield-Sanders. inspirados según su autor en el par de pinturas La maja desnuda (1790-1800} y La maja vestida (1802-1805} de Goya, y en la pelicula Boogie Nights (1997) de Paul Thomas Anderson, retoman la tensión entre cuerpo vestido y cuerpo sin ropa. aludiendo, a partir de sus eclécticas referencias, tanto al canon de la historia del arte como a la nostalgia finisecular por la época dorada del porno. Los dípticos de la serie XXX funcionan, al igual que las series de Friedler o el par de óleos de Goya, a partir de un efecto de intermitencia. No es la desnudez sino la intermitencia, como bien lo ha dicho Roland Barthes, la que es erótica: la piel contrapunteando con el vestido, o bien, en este caso, la especularidad fotográfica de unos cuerpos que se nos ofrecen a la mirada bajo dos regímenes opuestos; «es ese centelleo el que seduce, o mejor: la puesta en escena de una aparición– desaparición» (Barthes 1995: 19). Así, las fotografías de Greenfield-Sanders erotizan la desnudez del cuerpo pornográfico justo al momento en que la niegan, confrontándola con su doble, a la manera de la novela de Stevenson Strange Case ofDr. Jekyl/andMr. Hyde. De nuevo, lo que está en juego, más allá de la desnudez, 56 es la subjetividad de las estrellas porno, imposible de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=