Estéticas menores

El placer del horror. El horror del placer (o Eros, Némesis y Ker) Víctor Díaz Sarret Probablemente un escrito como el presente deba comenzar explicitando ciertas posiciones, con el ánimo de evitar cualquier malentendido: todo acto de violencia y agresión sexual no ha de ser tolerado'. Y dicha declaración no se presume únicamente legal o moral, sino también lógica. Ahora bien, aquella declaración a modo de advertencia me parece prioritaria al momento de intentar afrontar un sub-género cinematográfico cuyo núcleo aborda la violación; o mejor dicho, al momento de intentar comentar dicho conjunto de filmes ambicionando esquivar los lugares comunes amparados en juicios legales, morales o sencillamente habituales; pues, sabemos ya, el acto de violencia sexual es siempre deleznable y doloroso para nuestras sociedades. El tópico por revisar aquí, por tanto, alude a la representación de tales actos, trasladando la discusión hacia la pregunta por la necesidad y reiteración de tales imágenes. El problema aquí tratado es uno alusivo al cine, o más bien a un tipo de cine particular, un segmento tan particularizado que inclusive ha recibido su propia nomenclatura, a saber, las cintas denominadas «rape and revenge». Dicha categoría -rape and revenge-, si es que en efecto puede ser considerada tal, probablemente sea conocida especialmente por aquellos adeptos al género del horror. Incluso más, tal categoría se encuentra oscilando entre el cine de horror y el cine de explotacióni, conjuntos que además muchas veces se intersectan, aunque no necesariamente debemos estimarlos como semejantes. Probablemente el rape and revenge se encuentre en aquella extraña intersección entre horror, acción y explotación desvergonzada, si bien se suele 33 incluir en su descripción a filmes que no reditúan de

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