Estéticas menores
111.LA PIEL QUE HABITO 250 cosque sostienen a los Estados nacionales. Por cierto, su énfasis no ha estado en los requerimien– tos de las propias comunidades indígenas sobre sus miembros, aunque la propuesta de una identidad ch'ixi [mezclado, abigarrado! va en una línea que es afín a los planteamientos de la obra de Calfuqueo. También es clara la afinidad con las ideas tematizadas por el colectivo ma– puche feminista Rangiñtulewfü, al que el artista pertenece y que es integrado por otras creadoras e investigadoras mapuche y champurria, término que tam– bién designa la impureza y que es el concepto central de la obra Mürke ko (Agüita con harina tostada) 10 Por el contrario, creo que hay un tratamiento delibera– do para mostrar que, a pesar de encontrarse ahuecado, el tronco produce un cansancio sobre el cuerpo del artista. Incluso el vacío puede resultar una carga pesada. Las reacciones del pú– blico también contribuyen a un estado de ánimo bien lejano al heroísmo: miradas de extrañeza o burlas frente a la acción. Del patetismo se alimenta la sátira. 11 Angélica Valderrama Cayuman y Daniela Catrileo, integrantes de Rangiñtulewfü, y Diego Argote, fotógrafo. 12 El uso de este término para sociedades tradicionales ha sido objeto de discusión larga. Ver Max Hering Torres (2010). 13 En Vivienda predetermi– nada (2016), Calfuqueo explora este concepto a partir de una instalación instruccional que. parodia mediante, refiere a un proyecto de viviendas sociales que buscaban replicar la cons– trucción tradicional mapuche en el espacio urbano. Sobra decir que el multiculturalismo, al igual que el infierno, está pavimen– tado de (racismo y) buenas intenciones.
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