Estéticas menores
DESOBEDECER LA AUTEN... Matías Marambio 239 una pedagogía que recurría tanto a mét odos europeos como a la imitación pura y dura de obras de los «grandes maestros». cuyo objetivo era el desarrollo de habilidades técnicas que permitiesen, en un momento posterior, la creación de una pintura nacional (et. Berríos et al 2009). En su afán por integrarse a la civilización occidental -poco exitoso, por decir lo menos-, las clases oligárquicas latinoamericanas configuraron una «comedia ideológica» (Schwarz 1972 [2014a) : 184) que ocultaba su originalidad al pretenderse como una extensión irrestricta de Europa. Al exponer de forma sintética estas operaciones. Gato por liebre exhibe la continuidad contemporánea de un modelo que se encontraba descentrado en un principio; a su modo, sigue el dictum de Schwarz, para quien el artista, en vez de pretender que la dislocación de las ideas no existe, «logra una resonancia profunda y armónica cuando siente, registra y despliega -o evita- su descentramiento y su disonancia. Si bien hay innumerables maneras de hacerlo. son palpables y definibles las contravenciones» (2014 a:.196). Para estos efectos. sin embargo, es necesario valerse de una red de referencias que amplifican su potencia significante al añadir nuevas capas de parodia, tal y como proliferan los esmaltes y materiales de las figuras imitadas: tintes chillones o de tonos sobrios, porcelana y yeso. En su coexistencia, lo serio y lo cómico. lo noble y lo común refuerzan la ironía y quitan cualquier tipo de sacralidad a la construcción nacional. Ellas nos permiten mirar la continuidad del siglo XIX en el presente. a la vez que habilitan una autocrítica de los supuestos pasados y actuales de esas narrativas. Copiar mal es una estrategia para desmantelar. hoy. las violencias racistas del pasado. 11.
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