Estéticas menores

111.LA PIEL QUE HABITO intermedios. Los/as apocalípticos son el oriente, el reverso de la producción humanista de sujetos-imágenes que se exponen e intercambian en el mercado de los medios. Los/as apocalípticos no logran autoproducirse, ni exhibirse como sujetos, deambulan en los bordes hasta vaciar los escenarios: ciudades devastadas, el desierto, el purgatorio, centros de refugio para niños huérfanos. El reverso de la producción humanista de sujetos-imágenes que se intercambian en el mercado. A modo de cierre En un contexto dominado por el slogan de la «democratización de las comunicaciones» esta generación viene también a testificar las complejas asimetrías que la era de la información y la continua producción de imágenes contienen. Integrados y apocalípticos, advierten que el traspaso de valor de culto al valor de exhibición que Benjamin advirtió un siglo atrás no sólo se ha expandido, sino que también se ha convertido en el eje de la producción de subjetividades ahora adormecidas, desancladas, desterritorializadas, condenadas a repetir gestos mecánicos, homogéneos. Las integradas nos exhiben los alarmantes gestos repetitivos de internautas y/o televidentes, que se embelesan y son absorbidos como imágenes. Así las realizadoras nos develan que los, ahora, expandidos dispositivos de producción de imágenes no están diversificando contenidos, imaginarios, sino que, por el contrario, los están homogeneizando . Los apocalípticos frente a un régimen de hipervisibilidad y autoproducción constante y fatigante, prefieren correrse a los bordes, alejarse de todos los prototipos, estándares e identidades repetitivas. Huyen a los márgenes, hacen de la extranjería la regla. Se refugian en la construcción de imágenes dominadas por un tiempo sin historia, y espacios intermedios. Los apocalípticos e integrados no son dos 230 polos opuestos, por el contrario, hay una complicidad

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