Estéticas menores
111.LA PIEL QUE HABITO suspendido. En Pude ver un Puma (Eduardo Williams, 2011) unos chicos adolescentes vagabundean después de un accidente por una ciudad devastada, ninguno parece someterse al trabajo, a la rutina o deberes, su caminar es desafectado. sin ningún vínculo aparente con las ruinas entre las que transitan. En Pájaro Azul (Fabiana Gallegos, 2013) estamos ante un espacio intermedio entre la vida y la muerte, una suerte de purgatorio dominado por una regla: no es posible acumular historias u imágenes; no es posible construir una memoria. En este escenario una joven debe conducir a la muerte a su amiga, ya que esta sí nos cuenta historia, sí recuerda. Estación Cóndor (Gabriel del Favero, 2010) es, según el propio director, un documental-ficción que nos sitúa en una estación espacial, desde allí una voz robótica y femenina nos pasea entre imágenes de archivo, maquetas del búnker de Hitler, la Estación Espacial Internacional y la Antártida, realizando preguntas existenciales sobre el hombre, el futuro y el peso de la historia. La estación Cóndor se ofrece como una plataforma sin tiempo ni espacio definido, se presenta como el último vestigio de la humanidad. En Acá es otro lugar (Lorena Zilleruelo, 2008) jóvenes inmigrantes de África y Europa del Este cuentan su relato y percepciones en el viaje de traspaso territorial Nos hablan de sus anhelos, de volver a un hogar que sin embargo ya no es posible reubicar. La extranjeridad deja su estado de excepción para convertirse en cotidianidad en un mundo distópico y desafectado, las fronteras entre el dentro y fuera se desdibujan en espacios y tiempos indeterminados. Los apocalípticos abandonan el ímpetu de la función de la representación, no les interesa decir «somos esto o aquello». Las imágenes pierden su anclaje en el tiempo y espacio, como así también en los cuerpos. Los sujetos apocalípticos son cuerpos suspendidos en un 226 purgatorio, niños huérfanos que deambulan en espacios
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