Estéticas menores

111.LA PIEL QUE HABITO uno y múltiples en esos encuentros que habitamos y nos damos para crear. Pienso en esos encuentros que mencionas, que habitamos y creamos, esas desestructuras que construimos. Pienso en ese marco que se destruye. Pienso y ansío, sin más que deseo, en el encuentro que viene en unos días, el encuentro físico y presencial después de tres meses de distancia. Esa práctica erótica adquirirá un cuerpo nuevamente, ese cuerpo que somos los dos, confundidos e identificables en el placer de crearnos otra vez de ese modo. Este cuerpo será ese encuentro, esta escritura hallará un lugar entre los dos, en los dos, nos colmará y desbordará, y seremos simplemente nosotros, en un espacio de creación múltiple que nos abrirá a mil lugares y a mil intensidades que solo pueden ser experimentadas en el cuerpo que seremos ambos, los dos juntos y cada uno de nosotros. Quizás volvemos a repetir lo que alguna vez apareció en esta escritura, en este tiempo-espacio que creamos. en la red de palabras y de ideas que son esto que armamos juntos. En esa red estamos suspendidos ambos, en ese espacio que no tiene tiempo y que es un tiempo que parece no tener espacio. Es un lugar, un algo, al que no le quedan ni siquiera estas palabras, pero por estas existe. En la ausencia que sentimos creamos este algo de palabras imposibles. Es la ausencia experimentada en su punto más exacto, también el más inexplicable" . Sin embargo, en esta escritura apareces. fantasmal, enredado en el ir y venir de lo que nos decimos mutuamente. Eres la presencia que se cuela entre las palabras que escribo, estás en mí, en mi escritura. Estás en las ideas que se agolpan todas en un segundo en mi cabeza. Estás en ese instante abismal de querer decirlo todo acá, de que aparezcas, a través de mí, todo lo que pueda(s). Pienso que quizás no quiero ser un fantasma, y tal vez, necesito un tiempo y espacio reales para compartir junto a ti, vivir junto a ti. ¿A qué puedo aferrarme para 206 lograr ese espacio y ese tiempo reales que anhelo?,