Estéticas menores

NINGUNO DE LOS DOS... Francisco G. & Lucy Q. de este mismo texto. Entre cada uno de los párrafos en esas líneas blancas de distancia y sin palabras. En la forma de este texto, entre espacio y letra. Pienso también en ese azar absurdo de los encuentros, en el círculo que nos mantuvo separados por décadas y años hasta encontrarnos en un mismo punto, en una misma circunstancia azarosa y absurda en ese azar, sin razón, sin propósito. Esta escritura -vuelvo al inicio del párrafo anterior- es un hacer constante, ¿no será este círculo más que un encuentro en aquel? ¿Paramos acaso de escribirnos el uno al otro y el uno a sí mismo? Veo el texto como un encuentro, pero la escritura como el habitar ese territorio que somos y que describes adecuadamente; y habitar no es estar, es moverse y descubrir, crear para seguir. En ese sentido, en este devenir, nuestra escritura encuentra uno de sus cuerpos en este texto, pero escribirnos nos lleva a un límite que es un punto de no retorno" , y en este movimiento, nuevos «textos» van emergiendo en nuestra escritura: el sexo y su práctica, el viaje, las cartas, la obra hecha, se suman a la construcción de este texto y a la obra por hacer; esta escritura nos da múltiples cuerpos en los cuales tener un encuentro nuevo cada vez, un erotismo que nos recubre y construye" . Vuelvo a pensar con eso en las ramificaciones, en los crecimientos orgánicos y descontrolados, desestructurados, sin patrón. Estar contigo en este texto es encontrar el espacio inacabado de esa desestructuración. Digo inacabado porque tampoco es este estado una certeza, es solo una temporalidad. A veces, ni siquiera, parece un espacio. Atribuyo eso a este crecimiento casi vegetal, como las raíces de una planta. Me gusta pensar que me desestructuras. Que los marcos de pensamiento contigo se desvanecen, se convierten en otra cosa, se destruyen. Y en esa destrucción se crea otro modo para mí. Más bien, otros modos, múltiples. Múltiples como todo lo que hemos hecho en esa erótica 205 de la práctica que como dices, nos recubre. Nos hace ser