Estéticas menores

SEXUALIZANDO LAS CA... Laura Milano me parecen potentes porque abren una crítica novedosa al interior de la producción posporno preocupada por la visibilización de los cuerpos y sexualidades disidentes: ¿son deseables -dentro del posporno- las corporalidades populares? ¿cómo tramitamos su representación? ¿de qué cuerpos estamos hablando en la disidencia? Estrategias: Parodia de género, denuncia y goce Si bien cada artista trabaía en contextos socio– culturales y en circuitos distintos, se pueden rastrear ciertas estrategias comunes o cercanas en los modos de mostrar las corporalidades disidentes, denunciar las múltiples opresiones y re-afirmar su resistencia desde el goce del propio cuerpo. En primer lugar, quisiera referirme a la estrategia de la parodia de género que puede verse en las performances de Nadia Granados/La Fulminante y Milo Brown/EI Gaby. Para dar cuenta de esta estrategia vale recurrir a la ya clásica definición de perlormatividad de género de Judith Butler y las posibilidades de parodia o cita desviada como forma subversiva de intervención (Butler 2001). La autora afirma que el efecto sustantivo del género se construye de modo performativo y es impuesto por las normas reguladoras de la coherencia de género que establecen una supuesta estabilidad entre sexo, género y deseo. En la perspectiva butlereana, el género es actuación repetida del cuerpo que se «estanca» para producir la apariencia de naturaleza del ser. Apariencia de sustancia que no es más que performance reiterada (a través de gestos y acciones). Pero además de ser repetición permanente, el género implica la posibilidad subversiva de cambio. En ese aspecto, la parodia de género es una citación desviada de las expresiones de un género y revela la estructura imitativa del género en sí y su contingencia. En las obras de Nadia Granados, la acción despliega una imitación hiperbólica de las expresiones 125 genéricas de lo femenino, logrando así un efecto

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