Estéticas menores
11.SEXO V LA CIUDAD 118 académicas y artísticas según el contexto específico. Podemos encontrar ejemplos de estas escenas culturales posporno en México. Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú y Ecuador en donde han surgido artistas y activistas dedicadxs a crear y reflexionar en torno a la pospornografía, festivales y muestras en donde se exhiben materiales producidos por artistas locales e internacionales. Es interesante observar que en América Latina, las prácticas posporno han sido muy emparentadas con el lenguaje de la performance. Tanto activistas como artistas de la disidencia sexual han puesto sus cuerpos tanto en espacios públicos como en eventos privados para visibilizar las corporalidades y sexualidades no normativas al tiempo de denunciar y criticar el sistema heteronormativo que jerarquiza cuerpos, experiencias y deseos. Tal como afirma la teórica chilena Alejandra Castillo, las performances -como acciones poéticas– «buscan interrumpir el circulo de producción con lo que la vida tiene de desdoblamiento. El cuerpo como corte y flujo. De ahí que no sea casual que sea hoy la performance sea la práctica artística de resistencia por excelencia» (2014: 94). Así puede verse en la producción posporno latinoamericana: se utiliza la performance para dar visibilidad a un cuerpo político sexo-disidente y en resistencia, hacer pública la sexualidad, cuestionar las formas legítimas de mostrar los cuerpos en el espacio público, problematizar la identidad, denunciar la violencia que pesa sobre ciertos cuerpos en cada uno de los territorios que habitamos. En resumen: poner el cuerpo y ocupar el espacio público como apuesta estética y política.
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