Estéticas menores

11.SEXO Y LA CIUDAD burgués y salir de ese territorio a una intemperie si bien no más feliz, con una conciencia más libre y más experta en el análisis de los distintos flujos que mueven el espacio social en que se desenvuelve. Ni la maternidad, ni la relación amorosa. ni el sexo, ni la familia, la atan de manera definitiva; transita por esas zonas, pero no la colman las grietas de esos territorios. Ahora puede andar por espacios menos convencionales: ser la trabajadora y amante del fascista Víctor, pero también su curiosa observadora; ser la enamorada del hijo, pero también, quien observa su fragilidad; ser la amiga de un enfermo y sin convenciones, abrir un pequeño lugar con él para buscar una cierta paz, para tejer así los nuevos signos desde los cuales elaborar una identidad diferente. En Nadar a oscuras (Lom, 2007), la segunda novela de Beatriz García-Huidobro, la narrativa se vuelve más distante. acentuándose el margen entre sujeto de la enunciación y el sujeto del enunciado: hay grietas entre ambos, lo que hace plural el lenguaje literario de frases cortas de narradora. Esta enunciación hará otra vez énfasis en la formación de la identidad de mujer -desde niña a anciana- frente a las opresiones de clase y género, y además, en conexión con los problemas políticos del país: la dictadura en el caso de la vieja; el neoliberalismo y sus excesos en el caso de la niña. La figura de la caverna y de su cruce a través del agua formula la difícil asunción de la niña por un mundo modelado por el poder masculino; un mundo que no puede cruzar con la ayuda de la madre. El imaginario de ambas, niña y vieja, carece de esa figura que, de manera paradójica, devela y silencia, protege y castra, permite y prohíbe. Por el contrario, la maternidad puede destruir a la mujer: el poder se sirve de la conexión madre-hijo para anclarla en un sitio cerrado y oclusivo, en el cual los numerosos hijos enfermos, en un caso o en otro, y un marido resentido y egoísta, oprimen y destruyen la historia y los cuerpos de dos mujeres. La muerte misteriosa por 110 inmersión del hijo de una pareja, Esteban, termina por