Estéticas menores

11.SEXO Y LA CIUDAD una explanada narrativa, en la que el sistema de la enunciación intenta lavar enunciados capitales del sistema político de la izquierda lesionada y derribada en Chile, para señalar sus equívocos y equivocaciones, a la par que desmonta el relato oficial, destruyendo sus máscaras: la familia, la pareja, la construcción genérico– sexual y, finalmente, los discursos paterno y materno. Todos muestran su vértice peligroso, sus límites y sus dominios; ninguno aparece como triunfante; el siglo XXI sólo pudo ver la miseria de la lucha, el debilitamiento de los Estados, el término de la pareja, el abuso contra la mujer, el silencio trente a todo lo que no aprueba, la injusticia, el caos, la miseria y el olvido de los viejos, la angosta franja de vida y de tranquilidad que toda esta etapa hereda a la siguiente. La célula infectada en todas sus bordes cae, enferma de muerte. Y ése es el mérito de Eltit al trazar un horizonte, cultural y político, que se mantiene en la memoria de la protagonista como un cuerpo lesionado, miserable y enfermo. En el caso de la novela de Beatriz García-Huidobro, Hasta ya no ir (Lom. 1996.). ésta genera un cruce de dos modelos de manera brillante. Por una parte, la superficie narrativa de Marta Brunet, quien señaló de modo agudo las aristas, los quiebres y diversos estratos por donde pasa la mujer, a la que situó como la provincia, periférica y subordinada al mercado metropolitano y a los grandes consorcios financieros de Nueva York, Europa y en síntesis el Primer Mundo. Marta Brunet y su viaje a través de las corrientes literarias: primero el Realismo, luego el Surrealismo. siempre dentro de la Modernidad. Y por otra parte, la corriente literaria de la Nueva Novela y la peculiar aportación de Beckett a ella, particularmente la fuerte crítica política y social que realizan sus complejos vagabundos, desarticulando el sistema cultural en una fuerte renuncia a todo: bien porque a ellos les arrasaron la mente, bien porque rechazaron entrar en pacto alguno; quizá en ausencia, en rebeldía, en ira con la primera fuente de placer, la primera casa: la madre.