Estéticas menores

LA DISEMINACIÓN DE LOS... Eugenia Brito maternidad y ya habiendo renunciado a los roles femeninos tradicionales: devota esposa y madre abnegada, por revolucionaria activa, trabajadora de pensamiento marxista. Pero la vuelta de tuerca del 73 la hace caer en el cero del relato, el repliegue total: la tortura física y por supuesto la violación, la degradación del cuerpo, para poner en la genitalidad -zona de encuentro y de placer, zona de nacimiento y reproducción- la confusión, el marasmo de la célula; y desde ese marasmo, el cuerpo se sale del programa: el horno sacer que hay en cada uno de los chilenos que vivió el golpe respondió visceral, respondió que quería vivir, pero esa respuesta le valió la preñez. El cruce de dos modelos femeninos, el modelo mariano y su consecuente apego a la maternidad, y el modelo laico, sesentero, con conciencia política y participación en la vida pública, se cruzan y llegan a un punto único. Pero no así en la protagonista, pues los dos relatos de sentido se quiebran en su cuerpo: el primero, con su «sacrificio«», sacrificio impuesto a la mujer y por el gran realce de lo masculino, a despecho de ella quien también ha puesto el cuerpo en la historia. Este cruce tiene un desenlace dramático: el niño muere, mejor dicho, lo dejan morir. Con la sospecha de la protagonista de que la muerte del niño responde a un deseo de la célula, de un deseo de su propia pareja: ese hijo es producto de una relación con el enemigo, el dictador, el torturador, ese hijo es la respuesta a un feroz extenninio, ese hijo es la constante presencia del horror, ese hijo en realidad podría necesitar y hasta amar a un padre; en consecuencia, ese hijo debería morir. La madre si bien es consciente de esa existencia paradoja! que plantea el niño: por un lado ella siente la alegría de la fertilidad, la expansión en el otro; por otro lado, ella sabe que el hijo la separa indefectiblemente de su pareja, de su célula, de todo su universo político. Pero el hijo es la demostración viva de que ella resistió esa lucha contra el dictador, y que aún de esa manera brutal logró sacar un placer. que de ese placer