Estéticas menores

LA DISEMINACIÓN DE LOS... Eugenia Brito del significante. Ella también ha renunciado a su ser, o más bien, la ha obligado todo un sistema a renunciar y ahora, como testigo de un siglo que termina, señala que sí tuvo una labor significativa, que sí fue torturada, que sí, tuvo un hijo... que sí, ese hijo existió y que ahora, desde su mente, permanece como saldo de lo no dicho, lo no admitido por la historia oficial, su historia secreta que sale a la luz pública. El trabajo de la escritura los vuelve transparentes en su final de trama, por ello decimos que el relato gira sobre sí mismo, cada uno de sus ejes es su propio espejo; el acto de enunciar consiste en abrir los textos que esos restos han grabado en su piel. Por otra parte, el sujeto se estratifica en la ausencia o bien por fracciones, que concentran en metonimias los átomos de sentido a punto de ser barridos por la máquina higienizante de la posmodernidad. Esta tiene como efecto limpiar el relato a un punto máximo: queda el aparato de aseo. muere el ser humano. El siglo se va con el desvanecimiento de los cuerpos, que exhiben frente a la protagonista su brutal precariedad: el insilio los ha socavado. No obstante, la operación de la limpieza consiste en el acto de acabar con la huella; en esa operación finalista y deconstructiva, los cuerpos pierden los cimientos y la mujer en los intersticios del pasado reformula el sentido de su trayectoria personal y política. Así consigue visibilizar su cuerpo en los hilos casi perdidos de la historia, logrando reponer la figura de la mujer chilena de los años 60, desde su energía y su memoria dotada de saberes sobre ese tiempo. Su recuerdo se engarza de manera inequívoca con las zonas menos resueltas y carentes de ese tiempo: el fascismo de la mirada construida hacia la mujer, su uso y abuso en la transacción política, alimentando material e imaginariamente la célula de la pareja masculina con trabajo, con su deseo y su sexualidad que apostó enteramente a una historia mejor. Es interesante destacar que esta historia narrada desde una voz de mujer tiene como contraparte