La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile

89 Ahora bien, en vista a la hipótesis preliminar de la naturaleza del arte como interiorización de sus heridas y crisis -o sencillamente tesis de la inmunización -, hemos de considerar que el principio dialéctico del límite entre arte y no-arte y la paradoja temporal que encierra esa relación, constituye el motor interno por el cual el movimiento histórico del arte toma posición. Lo que toma sustancia para este modo de reflexión, es que en el concepto de límite estaría la forma de un dispositivo contra-histórico a través del cual se podría concebir el flujo del obrar artístico, como una potencia deseante por realizar las posibilidades de su propio cuerpo . En este sentido, el límite es la cifra en tensión de la relación dialéctica entre arte y no-arte , un doble juego de fuerzas que con la operación de transgresión afirma la condición del arte como acción crítica sobre su pasado inmediato, y con el carácter contra-artístico del no-arte 2 expande el sentido, las posibilidades y procedimientos del cuerpo artístico. El pensamiento estético del límite no opera como una barrera clausurante que nos protege de lo que sería exterior al límite, sino como una forma precisamente de entrar en relación con lo otro, con el afuera. Es en el límite donde se ejerce el poder de transgresión, pues transgresión no es anular o suprimir el límite, sino vivirlo en la esencia de su expresión. Esta tesis del límite, permite dilucidar que el exceso del pensamiento respecto a los límites físicos del mundo es una forma estética del mismo. En este sentido, el pensamiento es siempre estético, pues hace de la distancia una condición de posibilidad, una forma de la experiencia de sí. Podríamos sostener, extremando el argumento, que la subjetividad reviste siempre una forma estética , pero no como un mero añadido temático u objeto de estudio, sino como un elemento inherente a ella e imposible de ahorrárselo respecto a la constitución misma del sujeto. En consecuencia, la distancia , que es la subjetividad para sí misma, y que es en cierta forma el sujeto, puede ser leída además en un registro estético en la medida que la operación autorreflexiva territorializada en la obra de arte, exhibe para la subjetividad la singularidad de ser un acontecimiento simultáneamente histórico César Vargas 2 Cabe destacar que cuando referimos al no-arte como potencia interna del Arte , estamos sosteniendo que el principio crítico del no-arte funciona como el revés negativo de la potencia misma del Arte . En este sentido, la relación entre ambos es dialéctica y sólo sirve en tanto se opone la una a la otra. Por lo demás, la fuerza del no-arte como espacio contra-artístico opera sólo dentro del concepto Arte sobre el que se monta en resistencia, y por ello mismo en dependencia. Dentro de esta escena, podemos ubicar la operación que implica el ready-made, vale decir, el agujero o herida simbólica que ésta obra le imprime al cuerpo narcisista del arte y a la figura soberana del artista. El gesto conceptual del ready-made, y la herida simbólica que significa su inscripción, nos sirve para constatar el sentido radical de la inmunización y carácter dialéctico de esa fuerza que sería el no-arte para el Arte.

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