La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile
87 Por otra parte, y en correspondencia a lo señalado, la categoría de crisis de la representación vista por el arte de performance y pensada como un elemento estructural del Arte Contemporáneo , comparece como un fenómeno capaz de ser integrado en sentido conceptual y disciplinar, sólo a condición de inscribirse en la historia de las rupturas del arte del siglo XX. Así, desde este punto de vista, la historia del arte moderno puede ser leída como la integración disciplinar de las crisis y rupturas producidas al interior mismo del campo artístico. No obstante a ello, la importancia de constatar el poder integrativo del arte respecto a las crisis y rupturas al interior de su campo epistémico, pasa básicamente por administrar el saber reflexivo que se libera en la conciencia del límite y el trabajo que se realiza sobre éste en tanto horizonte de experimentación. Detengámonos un momento en este doble problema del límite-transgresión y la reserva de sentido que comporta para el pensamiento estético. Desde nuestra perspectiva el límite y la transgresión de éste, operaría deslizando los parámetros de experimentación, o sea, desestructurando las condiciones aparentemente inmóviles del horizonte presente del arte en un estado histórico determinado. En este sentido, la transgresión del límite en el mundo del arte alejaría de su presente inmediato la clausura disciplinar propia de cualquier posible definición historicista de las prácticas que ponen en cuestión aquel stato quo del mundo artístico. De este modo, la función del límite-transgresión opera como una religiosa promesa de futuro, un abrirse hacia las posibilidades de relación de lo que aún no ha ingresado en el espacio de su extensión, a decir verdad: a la dimensión entrópica del funcionamiento interno del arte. Tenemos entonces que, en primera instancia el problema del límite- transgresión reúne en un mismo movimiento una singular forma de conciencia histórica y, en segunda instancia, una fuerza de alteración a menudo contra- artística. No obstante, debemos advertir que esta fuerza de alteración -como poder de relación con la alteridad- no se hace ella misma histórica, sino hasta el momento en que transgrede justamente la condición del límite como un producto histórico del desarrollo artístico. Ahora bien, sabemos que esta paradoja interna del movimiento del arte alcanzó su más radical expresión crítica con el arte de vanguardia. De hecho, fueron las vanguardias de principios del siglo XX quienes, con el principio contra-artístico de su producción, logran desplazar el límite de lo César Vargas
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