La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile
45 más arriba que una obra de arte ” 24 . Esto quiere decir que el cuerpo, el fenómeno más rico, nos permite comprender la obra de arte , el fenómeno más pobre. Aún a riesgo de deformar el sentido del término comprender , parece legitimo interpretar el punto de vista de Nietzsche como aquel en que, de algún modo, el cuerpo engendra la obra. ¿Significa esto divinizar el cuerpo y, por esa vía endiosar al artista? No, significa simplemente reconocer que, en razón de sus remotos orígenes, el cuerpo, ese ingenioso artefacto animado, pudo, a lo largo del tiempo y con ayuda de la conciencia, ir afinando y perfeccionando sus atributos hasta llegar a ser ese “sutil sistema de relaciones y de transmisiones” del que Nietzsche habla. Podemos suponer entonces que un cuerpo, en su rol de “hilo conductor”, se encuentra en “estado performativo ” cuando, mediante su puesta en escena, es capaz de establecer una nueva configuración, no sólo de su régimen interno, como conjunto de órganos y fuerzas, sino también del contexto, es decir, del resto de los cuerpos y de las cosas que allí se encuentran y que, a su vez, en sentido inverso, buscan simultáneamente encontrar una forma de ordenamiento relacional con él y con el todo para alcanzar una efectiva comunidad . Como ese ordenamiento no puede ser enteramente aleatorio, ni tampoco puede ser azarosamente alcanzado, debemos suponer que responde a ciertas determinaciones que en cada momento son las mejores , las más apropiadas , las más “ ajustadas ”, es decir, que obedece a una lógica estética . La nueva estética , llamada “relacional” o “participativa”, que dispone la escena de manera tal que la división entre actores y espectadores tiende a desaparecer para dejar paso a una experiencia artística común, esa estética que se propone alcanzar la unión entre el arte y la vida, puede ser caracterizada como aquella en la que el proceso productivo de la vida en común y la relación que éste implica son, ellos mismos, la obra. De una cierta manera, la obra es la vida. Cada vez, en cada época, el orden comunitario debe estar, en lo posible, estéticamente, arquitectónicamente, ajustado. En un mundo dominado por innovaciones tecnológicas incesantes, el cuerpo se ve cada vez más obligado a lidiar con dispositivos y aparatos. ¿Alcanzaremos una estética del mundo técnico que no sea sólo cosmética y mediática? En todas partes, también en 24 Hemos tomado estas citas del quinto capítulo ( Le corps ) de la obra de Patrick Wotling que lleva por título: La philosophie de l`esprit libre. Introduction a Nietzsche , Éditions Flammarion, París, 2008. Pgs. 143 a 171. Jorge Michell
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