La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile

La intensidad del acontecimiento. 40 17 Con la expresión « estética de lo sublime », Jacques Rancière se refiere a aquel tipo de obra en que el acto artístico permanece –aun cuando ya es estético y político- en el plano de la representación, la que da origen a una obra como objeto, en oposición a la « estética relacional » o « in situ ». Dice Rancière : “Por una parte, entonces, la vida colectiva a venir es encerrada en el volumen resistente de la obra de arte, por otra parte, ella es actualizada en el movimiento evanescente que diseña otro espacio común.” ( Malaise dans l´esthétique , Pág. 50). También escribe: “La soledad de la obra contiene una promesa de emancipación. Pero el cumplimiento de la promesa es la supresión del arte como realidad separada, su transformación en forma de vida.” ( Malaise dans l´esthétique, Pág. 53). 18 Jacques Rancière: Malaise dans l´esthétique , Op. Cit. Pgs. 36-37. no es de inmediato político por los mensajes y los sentimientos que transmite en relación al orden del mundo. No es político tampoco por la manera como representa las estructuras de la sociedad, los conflictos o las identidades de los grupos sociales. Es político por la propia separación que opera respecto de esas funciones, por el tipo de tiempo y de espacio que instituye, por la manera como define ese tiempo y habita ese espacio [...] En la estética de lo sublime 17 , el espacio-tiempo de un encuentro pasivo con lo heterogéneo pone en conflicto dos regímenes de sensibilidad. En el arte «relacional», la construcción de una situación indecisa y efímera reclama un desplazamiento de la percepción, un pasaje del estatuto del espectador al de actor, una reconfiguración de los lugares. En ambos casos, lo propio del arte es operar una redefinición (redécoupage) del espacio material y simbólico. Y es por ahí que el arte toca a la política. La política, en efecto, no es el ejercicio del poder ni la lucha por el poder. Es la configuración de un espacio específico, la definición de una esfera particular de experiencia, de objetos posicionados como comunes y sujetos a una decisión común, de individuos reconocidos como capaces de designar sus objetos y de argumentar respecto de ellos 18 . La obra de Jacques Rancière, que puede ser entendida como una filosofía política de la estética a la vez que como una estética política, ha abierto una provechosa vía para la interpretación de la obra de arte al mostrarnos cómo ésta, después de haber alcanzado su independencia y luego de separarse de la “estética primera”, elitista e idealizante, bajo la forma de la moderna “ciencia estética”, se democratizó y se diversificó en función del propósito de hacer visible la realidad concreta de los diversos fragmentos que componen el mundo

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