La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile

La intensidad del acontecimiento. 36 11 Nicolás Bourriaud: Estética relacional , Adriana Hidalgo, editora, Buenos Aires, 2006. Jacques Rancière incluye la performance entre las practicas de arte contemporáneo que se enmarcan en lo que él llama “estética relacional”. 12 Se encuentra en Internet una traducción al castellano del libro Le partage du sensible bajo el titulo de La división de lo sensible . Quizás sería más apropiado traducir “ le partage du sensible ” por “ la partición de lo sensible ”, ya que el término “partición” permite conservar mejor la idea central de un mundo sensible al que no todos tienen acceso en su totalidad, un mundo del que algunos, por su condición, sólo les corresponde conocer y abordar en parte. El lector encontrará el texto en castellano en el sitio: http://mesetas.net/?q=node /5 tiempos, es algo que en el campo de la ontología del arte ha sido efectuado sólo recientemente. En el año 2004, el filósofo analítico norteamericano David Davis publicó el libro Art as Performance 10 , obra que ha suscitado abundantes comentarios. La idea central de Davis es que la apreciación del arte no debe hacerse únicamente sobre el producto “obra”, llamado por el autor “vehículo artístico”, sino más bien sobre el acto (o proceso) de ejecución y producción que el artista realiza para “dar a luz” la obra. Ese acto o proceso, es para Davis una “ performance artística”, y desde su punto de vista la apreciación de la obra creada no puede ser disociada de la consideración de las vicisitudes que rodean su creación. Así, detrás de toda obra de arte, por muy “material” que sea, habría una performance. Esta manera nueva de relacionarse con el arte y las obras da origen a una modalidad específica de recepción que este autor llama “centro de apreciación” ( focus of appreciation ). Podemos entonces constatar que la tesis estética del carácter aurático de la performatividad de Mersch y Grumann parece estar muy cerca de la teoría estética del focus of appreciation de Davis. Más allá de los notables aciertos contenidos en los análisis que hemos comentado, el de la estética performativa de Andrés Grumann, o el del “centro de apreciación” de David Davis, está claro que no podemos renunciar a seguir aún buscando el fundamento que nos permita determinar más precisamente dónde se encuentra la esteticidad del arte relacional o contextual y de ciertas formas de actividad artísticas, entre las que se cuenta el performance art 11 . Pero, ¿no estaremos quizás incurriendo involuntariamente en una desnaturalización intelectualista de la performance cuando tratamos de atribuirle cualidades estéticas?, ¿no estaremos privándola precisamente de su filo político al destruir su aura disidente e incorporarla al inofensivo ámbito de las prácticas artísticas tradicionales? No, justamente. Los importantes desarrollos teóricos del filósofo francés Jacques Rancière sobre la relación entre arte y política, centrados en la noción de división de lo sensible , han permitido reivindicar convincentemente la auténtica significación de la estética en los procesos históricos que se orientan hacia la obtención de la

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