La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile

25 en la alteridad. Ahora bien, en palabras de Féral, esta disolución toma un carácter crucial o bien en la exposición del cuerpo vulnerable (performance de los 70) a través de un trabajo de resistencia física con el dolor o la condiciones materiales en la que se instala al cuerpo, o bien en el recurso a la imagen videal la cual funcionaría como alteridad. Ahora la imagen videal produce esta alteridad al exacerbar el cuerpo del performer, a través de recursos de amplificación. La imagen videal pone en primer plano aquello que de una percepción cotidiana escapa, pasa desapercibido o no constituye punto de interés, por tratar de conformar la unidad de sentido de la imagen. La fragmentación del sujeto en la alteridad de la imagen electrónica expone a su vez, al sujeto de la contemplación, es decir, si pensamos que la amplificación evidencia el tiempo-del-cuerpo en la acción, esta misma exposición trabaja el cuerpo del espectador como tiempo- de-contemplación. El uso de recursos mediáticos devuelve al público a su propia situación de espectador en acción, de sujeto cuerpo que resiste el embate pulsional propuesto por el performer. La imagen medial, de este modo, adquiere lo que podríamos llamar una función performativa . Así pues, un video que produjera el desmontaje de la visualidad, es decir, develara el tiempo de la contemplación, lo que podríamos llamar el cuerpo de la visualidad sería un video en una función performativa. Y acaso la video- performance sería la realización de esta operación. Intermitencias del relato Ejemplo de lo anterior son un par de peformance de Gonzalo Rabanal de comienzo de los 2000 en los que problematiza la relación filial padre-hijo. En Mal decir la letra presentada en el marco de la V Bienal de Videos y Artes Electrónicas (MAC 2001) 33 , Rabanal pone en tensión un tríptico de soportes mediales: instalación, performance y video, para exponer la trama significante: padre-cuerpo-educación. Con ello busca mostrar el vínculo filial como metáfora operante del disciplinamiento que ejercen los procesos educacionales sobre nuestros cuerpos. Pero eso no es lo único, ese es apenas el estrato conceptual de la acción, pues Mal decir la letra esta dentro de una serie de performance en 33 Sobre esta obra véase el catálogo Mal decir la letra de Gonzalo Rabanal, con textos de Mauricio Barría, Sergio Rojas y Mauricio Bravo. Santiago 2001. Mauricio Barría Jara

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