La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile
23 “La preocupación literalista por el tiempo –de forma más precisa, con la duración de la experiencia - es, a mi entender, paradigmáticamente teatral, como si el teatro enfrentase al espectador, y por lo tanto, lo aislase, no ya con la infinitud de la objetualidad, sino con la del tiempo; o como si la sensación que el teatro proporcionase, en el fondo, fuera la sensación de temporalidad, del tiempo que viene y que va, simultáneamente avanzando y retrocediendo , como si fuese aprehendido desde una perspectiva infinita… Esta preocupación marca una profunda diferencia entre la obra literalista y la pintura y la escultura modernistas. Es como si la experiencia que pudiera tener uno de esas últimas no tuviera duración -y no porque uno percibiese un cuadro de Noland U Olinski, o una escultura de David Smith o de Caro como si estuvieran fuera del tiempo, sino porque en cada momento, la propia obra e pone de manifiesto en su totalidad -.” 28 Es esta persistencia en/del tiempo lo que constituye también a la performance. Contrariamente a lo que presupone Sontag, que tal omisión constituiría una especie de liberación del tiempo, precisamente esta persistencia como una omisión trabajada, suspensión premeditada de la matriz narrativa, o si se quiere, más precisamente, de la estructura de eficacia del drama convencional, al focalizarse sobre la experiencia del cuerpo, devela a este cuerpo como pura duración o finitud energética. No es la secuencia o compartimentos de acciones lo fungible: más allá de una critica al concepto de obra, que es un lugar desde donde piensa Sontag, lo que es determinante aquí , a mi modo de entender, es el cuerpo del performer. El cuerpo es el que dura , en tanto, entra en un juego de resistencia contra su propio despliegue material, su propia espacialización orgánica. El cuerpo se debate con el espacio y en ello acontece como duración. Pero lo que decimos sobre el cuerpo del performer , vale también para lo cuerpo del que mira. El tiempo deja de ser una percepción subjetiva para comenzar a pesar sobre la acción y sobre la contemplación de esta acción. Lo paradójico sorprendente es que este cuestionamiento a la eficacia del relato no logra producir su aniquilamiento, por el contrario hace ostensible su urgencia. Fenomenológicamente el receptor está en permanente situación de constituir un orden posible 29 . Es en ese ámbito de lo aleatorio en el que la performance encuentra su mejor rendimiento crítico. 28 Id. 192 29 Yno pensamos aquí desde una lógica comunicacional. Como lo decíamos al comienzo, la performance y lo performativo, viene a poner en crisis el enfoque semiótico de lo comunicacional del arte, al alterar, primero, el carácter textual y artefactual de la cultura, y la lógica de eficiencia cibernética del proceso de transmisión de la información sobre el que este modelo cultural se amparaba. Mauricio Barría Jara
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