La intensidad del acontecimiento: escrituras y relatos en torno a la performance en Chile
153 «Performance, porque lo que realizábamos era un fenómeno ritual ligado al quehacer, al proceso y nunca al resultado. En nuestras investigaciones/prácticas cuestionábamos el lenguaje literario, sintiendo la imperiosa necesidad de integrar otras disciplinas, que provenían de este mundo en el que nos había correspondido habitar. Además debíamos, como en los comienzos de la Performance, romper la jerarquía entre Productor-Institución-Ganancia-Autor- Director-Actor. De Teatro, nuestras expresiones sí poseían una teatralidad, con esto quiero decir, una valoración esencial de la encarnación de un personaje que se hallaba fuera de nuestras características personales.» (Kurapel :1993 : 26-27). 5 El agente re-codificador y unificador ha sido y será siempre el actor- performer «extranjero de la escena», forjando con su cuerpo-gestual, gestus, el camino de una enunciación espectacular significante, él es el centro de una representación desconstruida y desterritorializada, a la que debe colmar de sentidos. El actor-performer debe ser cuerpo escénico capaz de expresar y proyectar -con sus técnicas, su preparación, su cosmos- el lenguaje escénico del Otro, emergiendo de las múltiples vivencias escondidas, inconscientes, que surgen a través de la piel, los gestos y las voces que lo proclaman y re- componen desde su condición de minoría social. “El actor dentro de este universo se vuelve cada vez más oprimido, debiendo profundizar más que nunca el principio de la Alteridad, es decir enfrentar al extraño, al diferente, al lejano que existe fuera y dentro de él. Dejando ya el antiguo siglo y entrando en el nuevo, estamos en un no-man’s time que denominaría estado actoral; nosotros actores cargamos con las felicidades y las tristezas, los logros y fracasos que nos ha tocado fabricar, vivir, ser cómplices, testigos y esto quiérase o no, se ve al presenciar aquellos grandes creadores escénicos. 6 En ellos, en cada movimiento, respiración, emisión de Alberto Kurapel 5 Ibidem 3, p. 26-27. 6 Interpretando ya sea al Rey Lear, a Bruscon en Le Faiseur du Théâtre de Thomas Bernhard, a Femisa en La Discreta Enamorada de Lope de Vega, a Austin en Verdadero Oeste de Sam Sheppard, a Rita en El Éxtasis de Rita de George Ryga o iluminando, dirigiendo, realizando la escenografía o componiendo la música para obras como La Madre de I. Witkiewicz, El Fabricante de Fantasmas de Roberto Arlt, La charge de l’orignal epirmofable de Claude Gauvreau, La Canción Rota de Antonio Acevedo Hernández o Landscape de Harold Pinter.
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