Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
308 II. Durante el confinamiento, la simultaneidad de acontecimientos en un mismo período de tiempo insertos en la rutina cotidiana, se me ha hecho más presente que antes. Al igual que mucha gente, vivo bajo la presión de tener que lidiar con múltiples acciones coexistentes que requieren atención de mi parte de diferentes maneras y premuras de cosas que, de no hacerse en el momento exacto, pequeñas catástrofes domésticas ocurrirían. No apagar la tetera, no responder el llamado telefónico, que se acabe la parafina de la estufa, que no se seque la ropa limpia, no entrar a tiempo a la clase virtual, no enviar el correo que prometí que enviaría, y así, un sinnúmero de pequeños desastres cotidianos, sumados a los pendientes que se traslapan en esta seguidilla de quehaceres. Todas estas faenas inmediatas se alojan en el tiempo de la rutina, en el tiempo de lo que pasa cuando no pasa nada 1 . Sin embargo, aunque no son grandes quehaceres trascendentes, el confinamiento intensifica su sentido amplificando su importancia, exigiendo mayor premura y mayor intensidad a la experiencia de la simultaneidad en el tiempo. III. Según los relatos de gente cercana, para algunas de ellas ha ocurrido la experiencia contraria, que implica estar frente a una enorme cantidad de tiempo “sin tener con que llenarlo”. El 1 Giannini, Humberto. La “Reflexión”cotidiana. Hacia una arqueología de la experiencia (1987). Santiago: Editorial Universitaria, 2004. P 41.
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