Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia

29 No es simple hablar de algo que se padece. De hecho me produce resistencia hacerlo. Quizás porque siento un hastío en estos tiempos y solo me dan ganas de huir, no de reflexionar y menos de analizar la cuarentena. Además la idea del artista, como un alma sensible hablando de su experiencia del encierro, me resulta odiosa, insoportable. Que lateros y narcisos podemos ser los artistas. Me caen mal, me caigo mal. Por otra parte, todo lo que uno pueda decir es parcial y está teñido por la sensación presente, que varía en sus matices, pero que básicamente responde al aburrimiento, el esfuerzo diario, el encierro, la falta, la pena, la lata, la rabia. Los días son iguales, son difíciles y sobre todo no hay corte. Hace tres meses mi hija está aprendiendo los días de la semana en francés, en el colegio insisten en hacerlo. Ni ella ni sus compañeros se los saben. Ella puede recitar poemas y canciones pero los días de la semana no le interesan, no hay caso que los aprenda ¿Y por qué debería aprenderlos, si en cuarenta son todos iguales? Ni para un adulto tiene mucho sentido. Chupetear el piso Antonia Daiber Artista visual

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