Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
243 Las mismas paredes Milena Gröpper Artista Visual Todo pierde significado. Las cosas van dejando de a poco su contexto. Un fin de semana no es ya un fin de semana. Los días que antes eran “hábiles” ya no me parecen tales. Todo es muy laxo, así también la consciencia de las cosas. Es como existir de otro modo, de uno no conocido. Insólito y posible. Lento pero rápido. Una inquieta calma. Hay una destrucción de las referencias y un descuido de las rutinas. Todo es muy elusivo. Siento que ahora está disponible el tiempo, está el espacio, pero sin la posibilidad de ocuparlo. ¿Qué es esta imposibilidad? ¿ansiedad? ansiedad que lleva a más ansiedad. Ser sólo uno mismo, pero sin horarios. Muy raro. Ser uno sin horario. Y los días parecen segundos. Vivo sola esta pandemia, en una dislocación de las relaciones. Extraños de carne y hueso, familia y amigos en una pantalla. Un nuevo formato social basado en la nueva virtualidad sin límites. Y una excusa para mi propia dislocación. Amar con mascarilla. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Quién invade a quién? ¿Es el planeta un ser vivo en sí mismo? ¿Es todo verdad o es todo mentira? ¿Quien tiene el poder? ¿Cómo enfrentar lo que parece imposible de dominar? ¿Existe una forma “mejor” de ocupar el tiempo? ¿Dar vueltas en círculo? ¿Tomar sol o tomar sola? ¿Descuidar los hábitos? ¿Olvidar las referencias? ¿Habitar el ser? Lo colectivo no existe, así nos criaron. Un mundo desigual. “Quédate en casa” y olvídalo todo. Nuevos amaneceres, las mismas paredes. Vivir como plantas. Morir como perros. Someternos al miedo. Los mismos muros. Lavar los platos. Pasar la escoba. La aventura de ir al supermercado.
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