Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia

233 Nunca tuve un acercamiento especial con los animales, en mi casa tenemos un perro y una gata, porque mis hijos lo pidieron y ellos son los que se hacen cargo de las necesidades de sus mascotas, Sin embargo, durante este tiempo Nina –la gata– ha sido una gran compañía, está todo el día a mi lado, le reconozco sus ronroneos y lloriqueos, cuando quiere comida y cuando tiene frio, me acompaña en mis largas jornadas de teletrabajo. Mis hijos me dicen que enloquecí con la gata, me cantan “mi gatita me habló, me dijo cosas, que no puedo repetir, porque me habla solo a mí (Tema: mi muñeca me habló, música de 31 minutos)” Me encanta la Nina. LA COCINA Uno de mis lugares favoritos de la casa, la cocina. Los fines de semana paso gran parte del tiempo cocinando, invento o busco recetas en internet, he preparado comidas típicas de diferentes países, cubana, mexicana, india, peruana, italiana, española, entre otras, y nuestra cocina tradicional chilena. Para los desayunos un jugo détox verde (está de moda), manzana verde, perejil, pepino de ensalada, kiwi, kale y limón. Disfrutamos comer en familia, yo, mis hijos Agustín y Tomás, y a veces Magdalena, la polola de Tomás. Es el momento de la conversación, divagamos entre la música, obras de teatro, libros y putear al gobierno. En la cocina hay una pequeña ventana, también puedo mirar hacia afuera y un horrible edificio de departamentos que justo tapa el horrible costanera center. LOS REGALOS He disfrutado mucho enviando pequeños regalos a personas que extraño y quiero, también a algunas que han necesitado una ayuda. En mi teléfono celular tengo una aplicación para realizar compras, hice una larga lista de direcciones a las que envío regalos, por cierto, he tenido algunos problemas, más bien chascarros un poco vergonzosos. Recuerdo un día que tenía que comprar unas cosas de ferretería para mi casa, pala, yeso y una espátula, y al mismo tiempo, hice otra compra para mi sobrino de un año. Pues bien, escribí todas las direcciones equivocadas, a mi sobrino de un año le llegó la pala, el yeso y la espátula, y a mi dirección llegaron los pañales y juguetes que eran para mi sobrino. También me han llegado regalos, me encanta, me hace pensar que alguien me recordó y a través de unas flores o un chocolate puedo sentir un abrazo, un abrazo cariñoso que espero pronto sea real, en persona, en vivo y en directo.

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