Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
231 Desde mi ventana María Verónica Canales Lobos Bailarina y profesora de danza No sé cuántas veces he escrito este inicio, y muchos otros párrafos inconclusos, algunos tristes, otros desesperados, también otros de anécdotas divertidas algo parecido a un verocosas, así que hice una lista de títulos que da alguna manera expresan momentos: el tiempo, lo que extraño, lo triste, lo nuevo, el teletrabajo, mi nueva mejor amiga, la cocina, los regalos. Hay algunos momentos que no compartiré, esos quedarán egoístamente solo para mi recuerdo. EL TIEMPO Un poco más de tres meses, a veces todo se hace eterno y en otros todo tan rápido. Anoto cuidadosamente en un horario semanal todo lo que tengo que hacer cada día ya que me confundo fácilmente si es lunes, martes o domingo. Las primeras semanas de cuarentena fue difícil ubicarme temporalmente, bueno, aún lo es. Despierto a las 5:45 AM, aunque intente dormir un poco más, es la hora que habitualmente me levantaba antes de la pandemia. Lo primero, el café, entre la cafetera francesa y la italiana, la verdad es que no siento la diferencia en el sabor del café, es más bien una cursilería, para hacerme sentir que es diferente. Pasó el otoño, tanto que me gusta, y solo lo pude ver desde la ventana. LO QUE EXTRAÑO A mi mamá, mi papá, mis hermanas, sobrinas, sobrinos, tíos, tías, amigas, amigos, enemigas y enemigos, extraño a la compañía PeMellado, extraño las clases. Extraño pasar por Plaza de la Dignidad y ver a jóvenes encapuchadas y encapuchados con la convicción de querer cambiar este país. Extraño mucho. Extraño esos momentos que definí que eran para mí. LO TRISTE Al principio miré con duda la pandemia, lo vi como una estrategia de grupos poderosos (estilo Miguel Bosé), pero cuando empezó a llegar a mi lado el asunto de volvió una realidad, más bien una pesadilla. Hoy tengo miedo.
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