Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
222 luego un poco la cabeza hacia el cuidador que ahora sale del café. Camina, se quita el sombrero, saca los billetes de su bolsillo, se sienta frente a Fanucci y pone la plata en la mesa. El giro de la cabeza hacia el señor que sale del café muestra algo tan espontáneo en De Niro, que realmente al que ve esto, ni se le pasa por la cabeza que De Niro está actuando. Se aprecia muy claro que Vito no tiene miedo. Se sabe porque no pronuncia palabra alguna. Todos sus actos son de gran precisión, sin una sola pizca de duda. Después de dejar los billetes en la mesa, mira desafiante a Fanucci. Cruza sus manos, en señal de completo relajo. Se mantiene serio. Su actitud es como si él mismo fuera Fanucci. Realmente no le tiene miedo. Es que sabe que después lo va a matar. Fanucci de inmediato pone su sombrero sobre la plata y dice: “Si mis ojos no me mienten, hay 100 dólares bajo el sombrero” (él esperaba 200). Levanta enseguida el sombrero y dice que efectivamente hay sólo 100 dólares. Muy enojado, empuja el sombrero hacia Vito. Pero Vito no se inmuta. Fanucci, con su impecable traje blanco, infunde mucho miedo. Cualquiera estaría temblando allí, y se desharía dando explicaciones sobre por qué no están los 200 dólares de pago. Es que a Fanucci no le importa quien está al frente ni qué es lo que hace. Entonces, repentinamente, Vito habla. Extiende rápido su brazo sobre la mesa, sonríe y dice: “Perdóneme, he estado sin trabajo y
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