Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
187 Hay de mi corona Lister Rossel Gibbons Médico Psiquiatra Hay de mi corona, corona,... esa música vieja como el hilo negro suena y suena en mi cabeza. Rumiando y rumiando, sin parar. Bicho tal por cual, eres la desgracia. Pero, ¿Eres peor que nosotros? ¿Eres peor que yo? A ver. Yo como ser vivo, todo lo que hago es para sobrevivir y sin saberlo, reproducirme. Tú también. Yo genero contaminación y destrucción, tú también. (Pero quizás mucho menos que yo y que nosotros). Tú pasarás. Yo también pasaré. (Espero que tú antes que yo). Supongamos que tú pudieras pensar y actuar con intención, ¿qué me puedes estar diciendo?. ¿Qué me podrías estar pidiendo?. Quizás lo primero detenerme, parar. Salir del trabajo continuo. Que el “homo faber” dé paso a una mejor manera de vivir esta pequeña, breve e insignificante vida. Algo ha ocurrido. Por primera vez en más de 60 años me he detenido. Claro está que con preocupación, culpa, a veces terribilizando. Y luego, ver que lavo los platos con tiempo y cada vez mejor. He logrado conectarme con mis cómplices y queridos vía pantalla. Esto no lo había hecho en mucho, mucho tiempo. No tenía tiempo. Pienso más en los otros, descubro que soy malo perdonando y malo agradeciendo y que el tiempo no es permanente, sino breve y finito. ¿Y cuántos años tengo? No los sesenta y algo. Sino los que me queden hasta no se cuándo. Esto pasará. Y este corona es harto menos horroroso y cruel que la larga dictadura, en la que voluntariamente viví al filo del precipicio. Pido y doy gracias tardías por toda la carga que le puse a mi ángel de la guarda. Como tantas veces, gracias doy a la desgracia que me mató tan mal. Y ahora gracias corona, y que tu visita sea corta.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=