Esos grandes detalles: 92 relatos escritos durante la pandemia
185 Territorios Leonardo Murialdo Pintor Conocí alguna vez esta ciudad. Conocí personas cálidas y acogedoras, conocí lugares que se grabaron en mi memoria. A causa de las inmobiliarias ya no queda casi nada. Solo, el viejo naranjo del patio entre sus frutos amargos, recibe todavía al viejo sol de las tardes. Apenas levantada la cuarentena parcial que afectó a nuestra comuna, apareció el tontito de la moto con sus tatuajes, haciendo rugir sus cañones bajo la ventana de la amada de sus sueños. Yo solo soy un vecino más y tengo paciencia. La pasión puedo entenderla, pero amo el silencio. No me quedó más que gritar ¨CALLATE MIERDA¨. Desearía que esto no hubiera pasado. Ahora estoy en casa . Todo aquí me conoce y yo conozco a todos. El zumbido del refrigerador, la gotera del lavaplatos, el polvo en el piso y las marcas en la pared. El viejo computador y las sombras de la tarde, todos me conocen. Me conocen también las botellas vacías, la bicicleta acalambrada, los dibujos sin terminar y el reloj ocioso. Todos me conocen y yo conozco a todos. Nos conocemos y juntos podemos seguir, pero esto… parece un desorden y a ustedes, el desorden este no los conoce. Pensé que lo había entendido, pero no. No comprendo cómo se mueven los astros. Planeta hay uno solo ¡la tierra! Los demás allá ellos. Peor que no tener donde caerse muertos, es no tener donde estar vivos. Oración Padre nuestro que estás en los cielos, aunque no tengo el gusto de conocerte personalmente, me permito molestarte para pedir que nos des una manito en estos tiempos difíciles y no nos dejes caer en la tentación de un pesimismo sin salida.
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